La cofradía de la Oración del Huerto de Elche no podrá utilizar tordos vivos. El consistorio ha decretado, a falta de unas horas para que salga en procesión en este Jueves Santo, que este paso de la Semana Santa no tiene permiso para atar los pájaros a las ramas de la palmera natural que daba forma al trono que recrea un huerto típico ilicitano. Se trata de una tradición de más de cuarenta años de uno de los pasos más esperados por los amantes de estas fiestas.
Ahora, el equipo de gobierno (PSOE, Compromís y Partido de Elche), han basado su decisión en un “informe pericial independiente” realizado por un veterinario a petición de la Concejalía de Sanidad que concluye que “los animales pueden padecen sufrimiento, angustia y estrés”.
De unos años a esta parte, la Asociación Animalista Contra el Maltrato Animal (AACME) y los miembros de la cofradía han venido protagonizando un enfrentamiento que se ha saldado con la victoria de los segundos. El paso ha salido en procesión con los tordos revoloteando. Mientras tanto, los animalistas han venido realizando protestas, sentadas y concentraciones, además de recogida de firmas en la plataforma Change.org con casi 5.000 apoyos.
Y todo pese al cruce de informes veterinarios que ambas partes han ido mostrando para reforzar sus puntos de vista antagónicos. Por un lado, el informe de la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y el Maltrato Animal (AVATMA) que describe la práctica como “totalmente injustificada” al producirse “un intenso sufrimiento emocional” de unos tordos “de naturaleza estresable”. Por otro lado, el que presentó la cofradía de un estudio veterinario que concluye que “el sistema usado durante el desfile no supone ningún tipo de problema que no se podría considerar como maltrato”.
El concejal de Sanidad, el socialista Carlos Sánchez, ha reconocido que ha fundamentado el decreto este mismo jueves en la necesidad de contrastar “los dos informes anteriores con opiniones contrapuestas”.
En contra de lo que se piensa, los cinco tordos no están por las patas, añadían hace unos días desde el colectivo religioso: “Están embragados y colocados con un arnés”. También mantienen que han sido criados en cautividad “y durante todo el año reciben el cuidado y atención necesarios por parte de los cofrades, manteniéndolos en perfectas condiciones”.
El informe encargado por el Ayuntamiento también coincide con la cofradía en que “el origen de los animales está debidamente acreditado y es totalmente legal, que su mantenimiento se realiza en perfectas condiciones, con buen trato, y que el sistema de fijación a la palmera en el trono no debe causarle lesiones y está autorizado”. Sin embargo, la posibilidad de que los pájaros sufran les ha llevado a tomar esta decisión in extremis.