El empresario Fernando Roig, presidente del Villarreal CF, prestó a fondo perdido 1,7 millones de euros al otrora todopoderoso presidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra, del PP. ¿A cambio de qué? Fue un “préstamo personal” por amistad, según declaró Roig ante el juez que instruye la causa por el presunto intento de Fabra de ocultar su patrimonio para no pagar sus deudas con la Hacienda pública. La Fiscalía Anticorrupción mantiene una tesis diametralmente contraria. Un informe del fiscal Javier Carceller incorporado al sumario y al que ha tenido acceso elDiario.es vincula el supuesto préstamo a los patrocinios millonarios del Aeropuerto de Castellón —que ascendieron en total a 18,7 millones de euros— al Villarreal CF, el club de fútbol que preside Fernando Roig.
Los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional que han llevado las pesquisas intervinieron durante el registro de la vivienda de Carlos Fabra un borrador, con fecha del 2011, sobre la negociación de un reconocimiento de deuda a favor del club castellonense por un valor de 8,1 millones de euros por las esponsorizaciones del Aeropuerto de Castellón al equipo. La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de los presuntos delitos de cohecho y de frustración de la ejecución.
“Aunque las cantidades entregadas —que no consta que hayan sido devueltas ni reclamadas— se justificaron como préstamos, obedecen en realidad a donaciones efectuadas a favor de Carlos Fabra en consideración a sus cargos públicos como presidente de la Diputación de Castellón, por su influencia pública, y también como miembro del consejo de administración del Aeropuerto de Castellón, que en su momento esponsorizó al Villarreal CF del que Fernando Roig era presidente”, reza el informe del fiscal anticorrupción incorporado al sumario.
“Según borrador obtenido en los registros efectuados en el domicilio de Carlos Fabra, en 2011 negociaba un reconocimiento de deuda a favor del Villarreal CF por importe de 8.110.750 euros en concepto de contratos de esponsorización con aplazamiento y liquidación de la deuda existente para el 31 de mayo del 2013”, agrega el informe del Ministerio Público.
La infraestructura aeroportuaria, de la que fue el gran artífice Carlos Fabra, patrocinó con 18,7 millones de euros al equipo del empresario, tal como informó elDiario.es. El “aeropuerto del abuelo”, como lo bautizó Fabra ante su nieto en una expresión que hizo fortuna, ni siquiera estaba en funcionamiento en aquella época.
Garantía del préstamo “totalmente insuficiente e irrealizable”
Los fondos de Roig que acabaron en el bolsillo de Carlos Fabra y su familia ascendieron a 1,7 millones de euros con el “pleno conocimiento” por parte del empresario “de su finalidad”. En una primera fase, entre 2010 y 2013, la sociedad Migumi SL, vinculada a Roig, abonó a Fabra 450.000 euros mediante tres transferencias distintas.
“Aunque el administrador de Migumi SL era Miguel Pérez Ferrer [investigado en la causa], empresario vinculado a Fernando Roig, apoderado suyo y de sociedades vinculadas a él, la causa de las tres transferencias fue una decisión personal de este último justificada como préstamo personal que le había solicitado Carlos Fabra”, asegura en informe de Anticorrupción.
El importe más alto, de 1,4 millones de euros en una segunda fase, sirvió para salvar la vivienda familiar de Fabra en la lujosa urbanización de Las Playetas de Bellver (Oropesa), lugar de veraneo del expresidente del Gobierno José María Aznar. La entonces esposa de Fabra, así como sus hijos de Fabra (incluida la exdiputada Andrea Fabra), comparecieron ante notario para elevar a público el préstamo personal con garantía hipotecaria sobre la vivienda.
El préstamo de 1,4 millones de euros, destaca la Fiscalía, era “a devolver en dos años con posibilidad de prórroga, sin que se procediera a cancelar el préstamo hipotecario que pesaba sobre la finca”. Más llamativo aún, el préstamo fue novado en 2016 “por un periodo de 40 años”, unas condiciones excepcionales para cualquier hijo de vecino que obtuvo Fabra de Bankia.
La mercantil que intervino como acreedora era Nerofer SL, de la que era administrador único el hijo de Fernando Roig, también investigado en la causa. En el protocolo notarial se adjuntaron cinco cheques por un valor total de 1,3 millones (los restantes 100.000 euros se emplearon para gastos). El dinero fue repartido entre varios miembros del clan Fabra y a la defensa legal del expresidente de la Diputación de Castellón, así como a su supuesto testaferro Alejandro Lorca Heredero.
“No consta devolución de importe alguno del referido préstamo, ni de sus cuotas ni del importe total o parcial, ni reclamación del importe del mismo”, señala el informe de Anticorrupción. El empresario Fernando Roig y su hijo confirmaron ante el juez instructor de la causa, Jacobo Pin, que el préstamo en ningún caso ha sido devuelto.
Tanto el apoderado Miguel Pérez Ferrer como el hijo del dueño del Villarreal CF “accedieron con pleno conocimiento de su finalidad a la voluntad” de Fernando Roig, “prestando sus sociedades y su consentimiento a las ilícitas operaciones”. El fiscal remarca que todos eran “sabedores” de que las cantidades entregadas a Fabra mediante supuestos préstamos eran una “formalidad de aparentar” un préstamo al expolítico del PP, “cuyos problemas judiciales derivados de impagos a la Agencia Tributaria eran públicos y notorios en aquel momento”.