La Audiencia archiva el caso de los sobresueldos al expresidente del Puerto de Valencia
Los nubarrones que habían en el horizonte judicial del expresidente del Puerto de Valencia, Rafael Aznar, se despejan. O, al menos, en uno de sus frentes. La Audiencia Provincial de Valencia ha archivado el caso que investiga el cobro de sobresueldos en la sociedad Valencia Plataforma Intermodal y Logística (VPI), un hecho que estaba prohibido por ley, ya que un funcionario no puede recibir dos sueldos con origen en fondos públicos. La Fiscalía había solicitado cinco años de cárcel y 19 de inhabilitación para Aznar.
La sala, en cambio, no comparte la tesis del juzgado de instrucción número 14 de Valencia y del Ministerio Público. En la resolución judicial se rechaza la idea que el expresidente del Puerto de Valencia creara una estructura para canalizar el cobro de los supuestos sobresueldos ilegales -caso de VPI-. “No hay afirmaciones que soporten la imputación delictiva de malversación”, expone la Audiencia, negando así que las actuaciones extrañaran algún tipo de indicio delictivo.
Pero la resolución de la sala va más allá. Cuestiona la investigación del juzgado, ya que atribuye a una conjetura del juez establecer que los responsables del puerto contrataran a despachos de abogados eludiendo la ley para beneficiar a terceros.
Aznar percibió 90.090 euros de la empresa portuaria entre 2004 y 2008 mientras ostentaba la presidencia del puerto. El exdirectivo, antes de que la justicia pusiera su ojo sobre estos cobros irregulares, devolvió 70.000 euros de los que había percibido desde 2008. En su escrito, la Fiscalía le reclamaba que retornara los otros 90.000 euros que se embolsó.
Acechado por la justicia
Con esta decisión, el expresidente del puerto se libra de uno de los varios casos judiciales donde se encuentra implicado. El juez investiga varias contrataciones irregulares que se hicieron durante su mandato en la entidad portuaria así como contratos relacionados con la construcción de los accesos para el Gran Premio de Fórmula 1 de Valencia. El Puerto de Valencia se convirtió durante su presidencia en el muelle donde atracan las sospechas.