Herencias de la burbuja: más de un centenar de aviones abandonados en los aeropuertos españoles

Más de un centenar de aeronaves permanecen desde hace una década abandonadas en los aeropuertos españoles, generando una deuda que, ya en 2014, ascendía a un total de 2'7 millones de euros y que, según Alternativa Sindical AENA/Enaire (ASAE), no ha dejado de crecer. Los intentos tanto de AENA como de los aeropuertos afectados por buscar una salida a los aparatos mediante subasta, culminaron en un primero momento con el concurso desierto. Mientras tanto, el número de aviones que continúan parados sigue aumentando y sus condiciones se van deteriorando progresivamente.

El aeropuerto de Sabadell, el Adolfo Suárez Madrid-Barajas y el de Valencia-Manises son, por ese orden, los que más aparatos en desuso acumulan, con un total de 35, 9 y 8, respectivamente. En muchos de los casos los aviones se encuentran todavía inmersos en disputas legales, otros han sido embargados a sus antiguos propietarios. En el caso del Jumbo 747 del aeropuerto de Manises, propiedad de la extinta Pronair, el avión fue embargado y subastado sin éxito debido a la quiebra de la operadora.

El PSOE solicitó en 2014 al entonces gobierno de Mariano Rajoy conocer el alcance real de la problemática que para AENA suponía el abandono de los aviones en los aeropuertos a consecuencia de la quiebra de un gran número de aerolíneas. La pregunta también iba dirigida a tratar de encontrar una solución para las naves más allá de la simple venta para chatarra. Sin embargo las subastas realizadas fueron declaradas desiertas y tuvieron que rebajar mucho los precios en una segunda vuelta.

Desde ASAE recuerdan que desde su presentación hace ya cinco años, la Cámara baja parece no haber tenido tiempo de debatir la moción presentada por los socialistas Vicente Álvarez Areces y Olivia Delgado Oval, hoy subdelegado del Gobierno en Fuerteventura y senadora, respectivamente.

Para el sindicato, el principal problema que presenta esta situación es la pérdida de cultura aeronáutica y el gasto económico que la situación, que afirma que ha empeorado, supone. Además, el riesgo de convertir las infraestructuras aeroportuarias del país en vertederos improvisados de chatarra y ocasionar un grave perjuicio ambiental es cada vez mayor.

Hay también ejemplos de aviones abandonados que han conseguido un nuevo uso, por ejemplo, en Córdoba, donde se utiliza un viejo DC-7 como contenedor cultural. También en Málaga y Madrid se recuperaron algunas naves con fines culturales, como el aparato que utilizó el ex presidente de la Generalitat de Catalunya, Josep Tarradellas, en su regreso del exilio, reciclado para el museo del aeródromo de Cuatro Vientos.