Para el PP la última palabra sobre la denominación de la lengua de los valencianos no la ha de tener la comunidad científica (dígase Acadèmia Valenciana de la Llengua, universidades o filólogos), sino que la ha de tener la política, en este caso en la forma del Estatut de Autonomia de 1998 pactado sólo por PP y PSPV, y que no fue sometido a ningún referéndum. Pero aún así el PP, sólo contra todos en esta controversia, tiene todas las de perder.
Tras la aprobación por parte de la AVL del Diccionari Normatiu Valencià en el que se reconoce la unidad de la lengua, la definición de valenciano es: “Lengua románica hablada en la Comunitat Valenciana, así como en Catalunya, las Illes Balears, el departamento francés de los Pirineos Orientales, el Principat d’Andorra, la franja oriental de Aragón y la ciudad sarda de l'Alguer, lugares donde recibe el nombre de catalán” (aquí la versión original). Esta definición ha molestado dentro de las filas del PP y de la Generlaitat, pero ha reforzado su estrategia política centrada en la batalla de los símbolos para atacar a sus rivales progresistas.
Por ello el gobierno valenciano, a través de la Conselleria de Cultura, ha solicitado al Consell Jurídic Consultiu (CJC) el órgano asesor de la Generalitat en materia jurídico-lega, que dictamine “con carácter urgente” si la definición de valenciano del Diccionari se “acomoda” al Estatut de Autonomía; cabe recordar que está suspendida temporalmente la presentación del Diccionari por esta polémica. Tanto PP como los miembros del gobierno valenciano apuntan concretamente al artículo 6.1: “La lengua propia de la Comunitat Valenciana es el valenciano”.
En base a esta expresión concreta la definición del Diccionari sería correcta, y la clave es que el valenciano toma categoría nominalmente de “lengua”, porque la AVL ha evitado la opción de identificarlo como “dialecto” del catalán.
La comunidad científica internacional explica que el catalán está dividido en dos grandes ramas dialectales: el catalán oriental (el hablado mayoritariamente en Catalunya y Balears) y el catalán occidental (el hablado en la zona más occidental de Catalunya, en la franja oriental de Aragón, y en el País Valenciano). Dentro del occidental hay otros subdialectos donde estarían a grandes rasgos el valenciano septentrional del norte, el apitxat central, y el meridional del sur.
De este modo, al no haber profundizado en estos términos, el Diccionari sí que cumpliría esta exigencia de identificar el valenciano como una “lengua” como predetermina políticamente el Estatut d’Autonomia, aunque lo haga de forma semántica por ser la forma propia de nombrar a una misma lengua común, y no tanto filológica. Otro problema que salva el Diccionari es la denominación en el Estatut de “idioma valenciiano”, concepto que resuleve afirmando que es el idioma hablado en dicho territorio.
Esta validez ya sido insinuada por el propio vicepresidente del CJC, Vicente Garrido, quien ha manifestado que el valenciano “es lo que diga la Acadèmia que es”. Así cabe recordar que en el artículo 6.8 del Estatut se determina que “l’Acadèmia Valenciana de la Llengua es la institución normativa del idioma valenciano”.
Guerra contra el “catalán”
No obstante la lucha del PP contra la denominación “catalán” en todo el ámbito lingüístico no es exclusiva del País Valenciano. Así parece que bajo el dogma “divide y vencerás”, la lucha está en querer restringir el catalán a las fronteras de la comunidad autónoma contra toda lógica histórica y filológica.
En Aragón se ha llegado a un caso esperpéntico, el PP (junto con el Partido Aragonés Regionalista) aprobó la Ley de lenguas de Aragón la cual rebautizó el con un nombre definido por un acrónimo: el LAPAO (Lengua Aragonesa Propia del Área Oriental). Esta ley ha sido recurrida ante el Tribunal Constitucional siendo calificada de “disparate”.
En las Illes Balears el PP lo tiene mas complicado ya que el Estatut marca en su artículo 4 que “la lengua catalana, propia de las Illes Balears, tendrá, junto con la castellana, el carácter de idioma oficial”. No obstante el presidente balear, el ‘popular’ José Ramón Bauzá, ha mostrado comportamientos similares al de Aragón y el País Valenciano afirmando que “tenemos nuestras modalidades lingüísticas y se ha tenido obcecación por favorecer el catalán, pero el estatuto tiene más artículos y uno de ellos dice que se potenciarán las modalidades lingüísticas propias”.
La AVLcumple el Estatut al reconocer el valenciano como “lengua”
Para el PP la última palabra sobre la denominación de lalengua de los valencianos no la ha de tener la comunidad científica (dígase AcadèmiaValenciana de la Llengua,universidades o filólogos), sino que la ha de tener la política, en este caso enla forma del Estatut de Autonomia de 1998 pactado sólo por PP y PSPV, y que nofue sometido a ningún referéndum. Pero aún así el PP, sólo contra todos en estacontroversia, tiene todas las de perder.
Tras la aprobación por parte de la AVL del Diccionari NormatiuValencià en el que se reconoce la unidad de la lengua, la definición devalenciano es: “Lengua románica hablada en la Comunitat Valenciana,así como en Catalunya, las Illes Balears, el departamento francés de losPirineos Orientales, el Principat d’Andorra, la franja oriental de Aragón y laciudad sarda de l'Alguer, lugares donde recibe el nombre de catalán”. Estadefinición ha molestado dentro de las filas del PP y de la Generlaitat, pero hareforzado su estrategia política centrada en la batalla de los símbolos paraatacar a sus rivales progresistas.
Por ello el gobierno valenciano, a través de la Conselleria deCultura, ha solicitado al Consell Jurídic Consultiu (CJC) el órgano asesor de la Generalitat en materiajurídico-lega, que dictamine “con carácter urgente” si la definición devalenciano del Diccionari se “acomoda” al Estatut de Autonomía. Tanto PP comolos miembros del gobierno valenciano apuntan concretamente al artículo 6.1: “Lalengua propia de la Comunitat Valenciana es el valenciano”.
En base a esta expresión concreta la definición delDiccionari sería correcta, y la clave es que el valenciano toma categoríanominalmente de “lengua”, porque la AVL ha evitado la opción de identificarlo como “dialecto” delcatalán.
La comunidad científica internacional explica que el catalánestá dividido en dos grandes ramas dialectales: el catalán oriental (el habladomayoritariamente en Catalunya y Balears) y el catalán occidental (el hablado enla zona más occidental de Catalunya, en la franja oriental de Aragón, y en elPaís Valenciano). Dentro del occidental hay otros subdialectos donde estarían agrandes rasgos el valenciano septentrional del norte, el apitxat central, y elmeridional del sur.
De este modo, al no haber profundizado en estos términos, elDiccionari sí que cumpliría esta exigencia de identificar el valenciano comouna “lengua” como predetermina políticamente el Estatut d’Autonomia, aunque lohaga de forma semántica por ser la forma propia de nombrar a una misma lenguacomún, y no tanto filológica.
Esta validez ya sido insinuada por el propio vicepresidentedel CJC, Vicente Garrido, quien ha manifestado que el valenciano “es loque diga la Acadèmiaque es”. Así cabe recordar que en el artículo 6.8 del Estatut se determinaque “l’Acadèmia Valenciana de la Llengua es la institución normativa del idioma valenciano”.
Guerra contra el “catalán”
No obstante la lucha del PP contra la denominación “catalán”en todo el ámbito lingüístico no es exclusiva del País Valenciano. Así pareceque bajo el dogma “divide y vencerás”, la lucha está en querer restringir elcatalán a las fronteras de la comunidad autónoma contra toda lógica histórica yfilológica.
En Aragón se ha llegado a un caso esperpéntico, el PP (juntocon el Partido Aragonés Regionalista) aprobó la Ley de lenguas de Aragón la cual rebautizó el conun nombre definido por un acrónimo: el LAPAO (Lengua Aragonesa Propia del ÁreaOriental). Esta ley ha sido recurrida ante el Tribunal Constitucional siendocalificada de “disparate”.
En las Illes Balears el PP lo tiene mas complicado ya que elEstatut marca en su artículo 4 que “la lengua catalana, propia de las IllesBalears, tendrá, junto con la castellana, el carácter de idioma oficial”.No obstante el presidente balear, el ‘popular’ José Ramón Bauzá, ha mostradocomportamientos similares al de Aragón y el País Valenciano afirmando que “tenemosnuestras modalidades lingüísticas y se ha tenido obcecación por favorecer elcatalán, pero el estatuto tiene más artículos y uno de ellos dice que sepotenciarán las modalidades lingüísticas propias”.
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