El movimiento ecologista valenciano no se libra de las tensiones que sacuden la política. Saben bien los que llevan tiempo en el análisis político que Compromís es una coalición compleja y que cuando se tambalea una de sus patas, nota el temblor toda la formación. El epicentro, uno de esos desastres que se ve venir, estaba en la Conselleria de Medio Ambiente, el nicho de la rama ecologista dentro del Consell. El núcleo irradiador era -y parece que seguirá siéndolo- el exsecretario autonómico Julià Álvaro, cesado la semana pasada. La destitución ha sido el detonante que evidencia la fractura interna en Verds-Equo, una agrupación de diferentes sensibilidades ecologistas bajo el paraguas de Compromís.
Las tensiones en el departamento que dirige Elena Cebrián con el exsecretario autonómico se han sucedido mes tras mes y no han sido nada discretas. El Ejecutivo valenciano no quiso hacer pública cuál fue la gota que colmó el vaso y argumentó que suponía “el fin de una etapa”, no una pérdida de confianza. El exsecretario autonómico, critican desde el Consell, iba por libre y pasaba por encima de su consellera, en aras de cumplir el programa electoral de su formación. Álvaro, que iba para titular de Medio Ambiente y se quedó de segundo, ha sido el secretario autonómico de la controversia; caracterizado por tener poca mano izquierda en las negociaciones y criticado por querer ejercer de conseller paralelo, fue de los primeros en plantear el Sistema de Devolución y Retorno de Envases en la Comunitat Valenciana, tumbó el proyecto de Puerto Mediterráneo -la copia del fallido Eurovegas que una constructora quería ubicar en Paterna- y desde su blog ha ido incordiando y aireando, como él mismo ha narrado, a grandes empresas. Todo el proceso ha ido acompañado de varios ceses de miembros de su equipo: Fernando Rodrigo, jefe de gabinete; Rubén Tello, responsable de asuntos parlamentarios; Vicent García, director de Vaersa, y el asesor del secretario autonómico, Quique Pastor.
El sustituto, elegido rápidamente, fue Fran Quesada, concejal en Ontinyent e histórico militante verde. Según las fuentes consultadas, Quesada tiene un talante del que carecía Álvaro, más dialogante y con una trayectoria más amplia. La elección de Quesada cubre el cupo de Verds-Equo en el Consell, pero la asamblea convocada este sábado por la formación ecologista anuncia una buena tormenta. El encuentro discutirá el encaje dentro de Verds-Equo en Compromís y valorará las relaciones con la Conselleria de Medio Ambiente. El orden de la convocatoria es “información sobre la situación del partido respecto a Compromís y la Conselleria de Medio Ambiente”. Los verdes, tras el cese, acusaron a Mónica Oltra de querer quitarse de encima un competidor en el partido. En Compromís, por el momento, no les preocupa la asamblea. El malestar de este sector de la formación es evidente y basta leer los comunicados que la ejecutiva ecologista ha enviado a sus compañeros de coalición defendiendo a sus altos cargos de la Conselleria de Medio Ambiente. A los dirigentes del equipo de Álvaro no les gusta que Oltra se haya puesto de parte de la consellera.
La crisis de los ecologistas se enmarca en un conflicto federal. Esta semana han dimitido cinco miembros de la ejecutiva de Equo porque la otra mitad del organismo se niega a convocar una asamblea que han demandado nueve territorios -no el valenciano- y a presentar los estatutos actualizados al Ministerio de Interior. De acuerdo a una modificación normativa, si Equo no presenta sus documentos el ministerio podría iniciar el proceso de extinción del partido, según indica el escrito de dimisión de las exrepresentantes.
En los últimos días se ha especulado con la marcha de Álvaro y sus afines a Podem tras la destitución. Las teorías se basan en que el diputado de Equo Juan López de Uralde, integrado como sus compañeros en el grupo parlamentario de Unidos Podemos, ha ido acercándose a las posiciones de Pablo Iglesias y alejándose de los representantes de la formación ecologista. A nivel autonómico, también levanta suspicacias que Podem asuma reivindicaciones que llevaba el exsecretario autonómico, como el SDDR -que para el Consell pasó de ser irrenunciable a no saberse nada en meses- o insista en cuestiones como la lucha contra el cambio climático. Según El Temps, el equipo del exsecretario autonómico pactó enmiendas con la formación que lidera Antonio Estañ. El dirigente de la formación ecologista se vanagloriaba en su blog de una tasa sobre la incineración de residuos, una enmienda de Podem a los presupuestos del Consell. No obstante, fuentes de la formación morada consultadas por este diario advierten que si los verdes quieren integrarse, tendrá que aprobarlo primero la militancia.
Algunos 'verdes' critican que en Equo a nivel autonómico y estatal haya dirigentes -Álvaro entre ellos- que tengan la pretensión de hacer un partido de izquierdas, no una formación ecologista transversal. En muchas provincias del Estado español Equo ha convergido con Podemos para los comicios estatales; la situación particular valenciana es que la formación está integrada en la coalición Compromís, que también acudió con Podemos y Esquerra Unida a las generales. A nivel autonómico, la formación se integró en Compromís fusionando Els Verds-Esquerra Ecologista con Equo, aunque antes de oficializarse el partido, las sensibilidades ecologistas se manifestaban en Iniciativa del País Valencià. Un abanico de corrientes ecologistas dentro de la coalición valencianista que, de vez en cuando, tiene sus roces.