Barberá y Camps, los grandes ausentes del caso Nóos
En el juicio del caso Nóos, que salpica la imagen de la Corona, hay dos grandes ausentes que hubieran tenido que comparecer como imputados. Al menos, así lo cree el PSPV-PSOE de Valencia que está personado en el juicio como acusación popular. Se trata de la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y del expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps. Que el expresidente de Baleares, Jaume Matas, esté imputado y ellos no es un síntoma, un argumento de peso.
“Echamos en falta la presencia como imputados de Barberá y Camps”, ha afirmado este martes Joan Calabuig, líder de los socialistas en la ciudad de Valencia. “Quien dirigió, impulsó y tuvo mayor protagonismo público con los eventos organizados por Urdangarín fue Barberá”, ha recalcado con un tono reivindicativo de la labor contra la corrupción de los socialistas. De hecho, ha defendido que el PSPV-PSOE haya sido el partido que “más implicación, más dedicación y más recursos, con una diferencia abismal, ha utilizado para combatir la corrupción”. Con ello, los socialistas quieren marcar perfil propio ante el protagonismo del alcalde de Valencia, Joan Ribó, de Compromís, de cuyo gobierno municipal forman parte..
Tras agradecer la labor de oposición que hizo la ahora diputada en el Congreso de los Diputados Ana Botella cuando fue concejal, y recordando las “presiones y los ataques”, Calabuig ha criticado la decisión que tomó el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) de no imputar ni a Barberá ni a Camps pese a los indicios de delito que veía el instructor de la causa, el juez José Castro, que se ha encargado de recordarlo esta semana en una entrevista.
La número dos de los socialistas en la ciudad, Sandra Gómez, ha defendido que no cabía recurso alguno cuando tomó la decisión el TSJCV de no imputar a los dos exdirigentes del PP. Y ha ahondado en sus críticas al auto del tribunal valenciano: “Nosotros aportamos pruebas indiciarias de que, una vez se mantuvo en el palacio de la Zarzuela una reunión entre Urdangarín, el antiguo Rey, Barberá y Camps, se montaron los Valencian Summit”. “El TSJCV resolvió el tema en ocho folios, pidiendo más pruebas. Nosotros no podíamos grabar a la alcaldesa diciéndole a Grau que lo iban hacer después de la reunión”, ha ironizado.
Calabuig, además, ha refutado la línea de defensa del principal acusado valenciano en la rama del caso, el exvicealcalde de Valencia, Alfonso Grau. Aprovechando el informe que solicitó la Audiencia Provincial de Palma para determinar si la Fundación Turismo Valencia -ente a través del cual se adjudicaron los contratos a las sociedades de la trama- era de naturaleza pública o privada, ha insistido en que el documento elaborado por los servicios jurídicos del Ayuntamiento certifica que el organismo es público. Y así, desmonta los argumentos de Grau, que defiende que la fundación era de naturaleza privada, y, por lo tanto, los contratos con el Instituto Nóos no incurrieron en delito.
Con la ausencia de Barberá y Camps y ante la dificultad de que fruto de lo que suceda en el juicio pueda acabar imputados, los socialistas se centran en conseguir en recuperar los 522.000 euros que costó cada una de las tres ediciones del Valencia Summit. Un consuelo menor para el PSPV-PSOE ante la decisión que tomó el tribunal valenciano.