Los 'bous al carrer', una de las fiestas más populares, habituales y controvertidas que se celebran a lo largo y ancho del territorio valenciano durante los meses de verano, están dejando este 2022 un trágico balance de víctimas mortales, con siete fallecidos (hasta la fecha). Esta cifra sitúa este año como el peor de los últimos tiempos -junto a 2015- en la macabra estadística de muertes provocadas por los astados en las fiestas populares que cada verano se celebran en multitud de localidades valencianas entre los meses de mayo y diciembre –agosto, septiembre y octubre son los que más eventos de estas características aglutinan–, según los datos recogidos por la Conselleria de Justicia.
Es más, desde 2014 han muerto en tierras valencianas 32 personas a causa de cogidas por toros o vaquillas, una cifra que se va hasta las 53 si tomamos como referencia 2005, mientras que entre 2014 y 2021 –las estadísticas del presente ejercicio no se publicarán hasta el próximo año, una vez cerrado el ejercicio– se han contabilizado 5.415 heridos en este tipo de festejos (en 2014 y 2017 se superó el millar de percances con víctimas, 1.278 y 1.012 respectivamente). Y todo ello, teniendo en cuenta que en 2020 apenas se celebraron actos taurinos y en 2021 se realizaron muchos menos a causa de la pandemia de la COVID–19.
Entre 2015 y 2019 se celebraron anualmente más de 8.000 festejos taurinos en la Comunitat Valenciana, una cifra que alcanzó los 9.512 actos en 2017 y que estuvo en torno a los 8.600 en los años previos a la pandemia. Con la llegada del coronavirus, estas cifras cayeron drásticamente y en 2020, el año del confinamiento, tan solo hubo 473 mientras que en 2021 esta cifra ya creció hasta los 1.755. Habrá que esperar para conocer las estadísticas de 2022, el año de la vuelta a la normalidad.
Alrededor de 270 municipios celebran cada año bous al carrer por todo el territorio valenciano –si bien es cierto que algunas localidades decidieron dejar de realizarlos, su número es poco significativo–, frente a los 283 que organizaron festejos de 'bous al carrer' entre 2013 y 2015. El año en el que más pueblos y ciudades valencianas realizaron actos taurinos fue 2008, cuando la cifra alcanzó las 290 localidades, mientras que en los años de la pandemia apenas fueron 48 (2020) y 101 (2021).
Siete muertes en menos de dos meses
Desde el pasado mes de julio, siete personas han muerto en el territorio valenciano víctimas de los festejos taurinos a causa de diferentes cogidas. El mes pasado se produjeron tres percances letales: un ciudadano francés falleció en el hospital de Dénia tras ser corneado en la localidad alicantina de Pedreguer; un hombre de 50 años moría después de ser volteado por un toro en Meliana (Valencia); y otro hombre de 56 años perdía la vida al sufrir una cogida en Picassent (Valencia).
Ya en agosto, este jueves ha fallecido una mujer de origen francés en Beniarbeig (Alicante) al ser corneada. El pasado fin de semana morían dos hombres tras varios días hospitalizados por las heridas sufridas al ser corneados en los 'bous al carrer' en Vallada (Valencia) y Almedíjar (Castellón), mientras que a principios de mes un astado causó la muerte de un joven en Soneja (Castellón).
Menores en festejos taurinos
A pesar de la prohibición explícita de la presencia de los menores de 16 años en el interior de los recintos taurinos, no es tan extraño ver a niños participando en alguna de las modalidades de 'bous al carrer'. Sin ir más lejos, este verano, un niño de 12 años resultó herido al ser corneado por una vaquilla en la localidad valenciana de Puçol, y hace apenas unos días otros dos niños participaron en el encendido de las bolas que se les colocan a los astados en una de las modalidades más populares, el toro embolado. Ambos casos están siendo investigados por la Policía de la Generalitat Valenciana.