El ayuntamiento de Calp que dirige César Sánchez es el de “peor control interno” según la Sindicatura de Comptes

La Sindicatura de Comptes de la Comunitat Valenciana ha publicado el Informe Global sobre el Control Interno de los ayuntamientos con población de entre 25.000 y 30.000 habitantes correspondiente al ejercicio 2015 en el territorio autonómico. Y para el Ayuntamiento de Calp, que en la actualidad, por cierto, tiene menor población, los resultados son demoledores. Obtiene la peor puntuación de los quince consistorios analizados, tal y como puede apreciarse en el cuadro superior, con un total de 29.675 puntos. Es el único que está por debajo de los treinta mil. Y muy lejos del de Catarroja, que con más de 38.000 es el mejor valorado en esta fiscalización de la sindicatura.

Es más, Calp suspende en tres de las cuatro áreas examinadas, la de gestión administrativa, gestión económica y entorno tecnológico. Sólo en Intervención, el gobierno del popular César Sánchez, quien es además presidente de la Diputación de Alicante, logra mejores resultados que otros cuatro consistorios.

Todo ello, a pesar de que la Sindicatura es en realidad bastante crítica con todas las administraciones municipales ya que ninguna de ellas estima ni el coste ni la financiación del mantenimiento de las inversiones que planifica. Pero en este panorama un tanto desolador, Calp, según las estadísticas de la Sindicatura, se lleva la palma.

Los ayuntamientos fiscalizados han sido Algemesí, Almassora, Benicarló, Calp, El Campello, Catarroja, Crevillent, Novelda, Oliva, Onda, Quart de Poblet, Sueca, Vinarós, Xàtiva y Xirivella.

El informe pone de manifiesto también que todos los ayuntamientos incumplen la obligación de suministrar la información a la Base Nacional de Subvenciones y carecen de un plan estratégico que regule sus sistemas de Información. Detecta que muchos libros de actas y resoluciones no cumplen los requisitos legales y que los municipios no se adaptan a las obligaciones impuestas por la Ley de Transparencia.

Los expertos también detectan un control insuficiente en la justificación de las subvenciones o en la existencia de importes pendientes de justificar por subvenciones concedidas. En cuanto a los presupuestos, se detectan incumplimientos en los plazos del ciclo presupuestario y se observa la existencia de gastos que tuvieron que ser reconocidos como extrajudiciales, es decir, que no estaban consignados previamente en los presupuestos y que en muchos casos pertenecen a adjudicaciones concedidas a dedo.

Por fin, el informe detecta que el área informática es uno de los departamentos más débiles de los ayuntamientos fiscalizados.