La candidata del PP quiere desmantelar los carriles bici ejecutados por Ribó... y apoyados por los populares en 2013

Las política de movilidad que viene aplicando el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de València que lidera el alcalde, Joan Ribó (Compromís), con el apoyo del PSPV y de València en Comú, marca blanca de Podemos, está siendo uno de los aspectos más debatidos del mandato.

La construcción de carriles bici ha centrado en los últimos días las críticas de la oposición. De hecho, este jueves, la candidata a la alcaldía de València por el PP, María José Catalá, y el portavoz municipal de Ciudadanos, Fernando Giner, coincidieron en proponer el desmantelamiento de los carriles bici de la calle Colón, de las avenidas Burjassot y Regne de València, y de la calle Alacant (estos dos últimos en obras).

Sin embargo, tal y como han repetido en diversas ocasiones los diferentes responsables del actual equipo de Gobierno, entre ellos, el edil de Movilidad, Giuseppe Grezzi, la mayoría de estas actuaciones responden a la aplicación del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) aprobado en el pleno municipal de diciembre de 2013.

El texto se aprobó con los votos a favor del grupo popular que dirigía con mayoría absoluta Rita Barberá, mientras el PSPV y Compromís se abstuvieron y Esquerra Unida votó en contra.

El PMUS, en su apartado de propuestas de actuación, prevé la ejecución de 39 carriles bici, la mayoría de los cuales ya se han ejecutado en el presente mandato o están en proyecto. Entre ellos, figuran el anillo ciclista por la calle Colón, el de Regne de València o el de la Gran Via Ferran el Catòlic. También propone otros que de momento no están previstos como uno en la Gran Via Marqués del Túria.

El documento no prevé el de la calle de Alacant y tampoco el de la avenida de Burjassot, pero de forma genérica destaca la importancia de “continuar con el  desarrollo de la infraestructura ciclista en la ciudad”.

El Plan de Movilidad también plantea la eliminación de los carriles bici e itinerarios ciclistas existentes en el centro de la ciudad (dentro de la Ronda Interior): “el casco antiguo de la ciudad debe ser un espacio peatonal y de calmado de tráfico y por lo tanto, un espacio de convivencia, donde el vehículo privado y la bicicleta compartirán el espacio con seguridad”, establece.

El Plan de Movilidad también prevé que las bicicletas puedan circular en contradirección por calles 30, un aspecto que recoge el borrador de la nueva ordenanza contra el que ha alegado el propio PP ha alegado.

La eliminación de las pasarelas peatonales en altura de la avenida del Cid, otro aspecto muy criticado por la oposición, también aparece reflejada por el PMUS como una acción a desarrollar, también en la avenida de Ausiàs March.