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El centro penitenciario de Albocàsser: “Un cóctel para el desastre”

Cerca de 200 funcionarios de la prisión de Albocàsser, prácticamente la mitad de la plantilla con la que cuenta la institución, verán correspondida su solicitud de cambiar de destino en los próximos días. Según denuncia el sindicato Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP), la situación ha llegado a tal extremo que una gran parte de los funcionarios solicitan abandonar dicho destino y los reemplazos que llegan para cubrir su puesto son en su mayoría recién graduados sin experiencia.

ACAIP afirma que la prisión tiene en su conjunto el perfil de interno más conflictivo de toda España y que esto, debido a la falta de medios adecuados desde la Administración, provoca que ningún funcionario quiera trabajar en dichas instalaciones. También denuncian que los presos que se envían a Albocàsser son los que “no se adaptan en otras prisiones o protagonizan altercados violentos en otros centros”, lo cual se traduce en que la prisión se sitúe en el “top 3” de violencia sobre los trabajadores.

“Este es un centro casi de paso, una de las prisiones consideradas de las más peligrosas y la gran mayoría se quiere ir. Nos vemos en una tesitura complicada, nos llega mucha gente sin formación a uno de los centros más complicados de toda España. Es un cóctel para el desastre, los trabajadores vienen con la mejor de las intenciones, pero no tienen la experiencia necesaria”, afirma un portavoz del sindicato.

La ubicación es, además, una de las características de la prisión de Albocàsser que resulta perjudicial tanto para los funcionaros como para los propios reclusos. Para los trabajadores “es un castigo encubierto” ya que el centro “está lejos de todo y mal comunicado”. Los funcionarios cuentan como “si el familiar de un preso quiere venir a realizar una visita tiene que recurrir a un bus que pasa dos veces al día, está en tierra de nadie”. Debido a esto, el número de comunicaciones, afirman desde el sindicato, son mínimas en comparación con otras prisiones modelo.

“A los presos se les da la medicación toda junta para tres días debido a que no contamos con EL personal sanitario suficiente para distribuirla diariamente. Muchas veces los presos se toman los medicamentos de golpe un mismo día y la cosa deriva en situaciones de agresiones muy graves a funcionarios”, explica el portavoz.