El obispo de Segorbe-Castelló, Casimiro López, ha invitado a los fieles a participar en unas jornadas sobre 'Antropología cristiana y cuestiones de bioética' frente al “muy probable” desarrollo de leyes en materia de “ideología de género o eutanasia”, que avanzan en la “ingeniería social” y van contra la moral cristiana, y frente a la “imposición de un pensamiento único”.
En una carta pastoral fechada el 3 de enero de 2020, el obispo de Segorbe-Castelló advierte de que “corren tiempos recios para poder vivir como discípulos misioneros del Señor”, ya que, en su opinión, “al contexto general de secularización y alejamiento de la Iglesia de muchos bautizados se añade ahora el anuncio de iniciativas políticas y legislativas claramente contrarias a la antropología y moral cristianas”.
López asegura que el nuevo Gobierno, presidido por Pedro Sánchez, pondrá en marcha medidas de “carácter social que, sin coste económico directo, sí lo tendrá sobre la sociedad como eslabones del programa de ingeniería social en marcha”. Además, está convencido de “se quieren sacar más leyes en el campo de la ideología de género y se activará un proceso de la ley de la eutanasia sin ninguna referencia a la mejora de la medicina paliativa”.
López añade en la carta que ha detectado una “falta de formación en antropología y moral cristianas, que deja indefensos ante la propaganda mediática, la manipulación de las palabras y de los sentimientos y la imposición del pensamiento único”.
Rebelión contra el Gobierno y llamadas a “rezar”
El del obispo de Segorbe no es el único movimiento de la cúpula episcopal contra el nuevo gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. Horas antes del inicio del debate de investidura en el que Pedro Sánchez fue elegido presidente del Gobierno, el presidente y el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, los cardenales Ricardo Blázquez y Antonio Cañizares, hicieron sendos llamamientos a “estar muy alerta” y a “orar por España” ante la “situación crítica” que, sostenían, vive nuestro país ante la llegada del Gobierno de coalición.
Cañizares, que es también Arzobispo de Valencia, envió una carta a todos los católicos en la que invitaba a rezar por nuestro país: “Que en todas las iglesias se ore por España, que se eleven oraciones especiales por España, que en todas las Misas se ore por España y que en los conventos de vida contemplativa se ore intensamente por España”.
En la carta, que lleva por título un revelador 'En esta hora crucial para España, ¡orad por España!', el purpurado considera que el país se encuentra ante una “situación crítica, de verdadera emergencia de cara su futuro”.
Frente a la virulencia de la cúpula episcopal, que ha tardado dos meses en felicitar a Sánchez por su victoria electoral, el cardenal de Madrid, Carlos Osoro, se desmarcó de la posición de los obispos conservadores con un llamamiento al diálogo y a no dejarse “arrastrar por la polarización” para “trabajar por este proyecto común que es España”.
La Iglesia y la batalla contra la “ideología de género”
La iniciativa del obispo de Segorbe ha tenido ya respuesta por parte de la secretaria de Igualdad de la ejecutiva provincial del PSPV en Castelló, Rocío Ibáñez, que recordó que la ideología de género no existe y que la “única ideología conocida es la machista”.
El concepto “ideología de género”, arraigado desde principios de los 2000, es utilizado por la Iglesia Católica y grupos ultraconservadores como HazteOír, el Foro Español de la Familia y partidos como Vox para oponerse a avances sociales y leyes relacionadas con la salud sexual y reproductiva de las mujeres, la lucha contra la violencia machista o los derechos del colectivo LGTBI. El término ha sido también empleado en los últimos tiempos por dirigentes del Partido Popular como Pablo Casado.
No solo se utiliza en el contexto español, sino que se ha articulado todo un fenómeno internacional bien organizado y formado por partidos, lobbys y representantes católicos que repiten el mismo mensaje con tono apocalíptico. Un discurso que construye un “pánico moral” sobre la idea de que el movimiento feminista y LGTBI amenaza los derechos de hombres o personas heterosexuales y supone un riesgo para las familias. Todo al estilo de una supuesta Inquisición moderna.