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Frenazo de las exportaciones de cerámica de Castelló: aumento del proteccionismo e incertidumbre en los mercados

El sector cerámico castellonense continúa conteniendo la respiración a la espera de los datos de la feria internacional de la cerámica en Valencia (Cevisama), que se celebrará a finales de enero. La situación de caída de las exportaciones –que ya ha afectado a más de 350 empleos directos- y las investigaciones por dumping contra el sector cerámico español, hacen pensar que la situación actual de frenada de las exportaciones y acumulación de producto se extenderá a 2019.

Desde los sindicatos apelan a la necesidad de esperar a los resultados de la feria de la cerámica. Insisten en que Cevisama “será un termómetro” y prefieren no aventurarse a hablar de la situación el año que viene. No obstante, los recientes expedientes de regulación de empleo (ERE) iniciados por diversas empresas del sector –que han afectado a más de 350 trabajadores- y las malas noticias que llegan desde los mercados internacionales dejan entrever un escenario adverso para el sector.

La desaceleración en las exportaciones -de las cuales ha venido dependiendo la industria en gran medida a raíz de que la demanda interna cayese con la crisis económica- se ha visto agravada durante los últimos meses. Recientemente se han registrado tres importantes varapalos en los datos del comercio exterior que parecen reafirmar los malos presagios y han llevado a la patronal azulejera Ascer –Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos- a rebajar sus previsiones de cierre de ejercicio para este año.

Como consecuencia de esta situación, también se han visto afectadas algunas industrias derivadas y  que dependen de la cerámica, como la de fabricantes de colores cerámicos, esmaltes, fritas o el sector de transportes. En estas actividades se han podido detectar ya caídas de la actividad como consecuencia del descenso de la producción. No obstante, aún es complicado cuantificar la situación, ya que, si bien desde estos sectores se confirma la ralentización, todavía no existen datos para cuantificarla y no afecta a todas las empresas por igual.

En este contexto se vuelven especialmente relevantes procesos como la apertura de expedientes por supuesto dumping –práctica comercial que consiste en vender un producto muy por debajo de su precio normal con la intención de desbancar a los competidores- que los países del Golfo Pérsico han abierto contra el sector cerámico español. Una deriva proteccionista de países como Qatar, Emiratos Árabes o Arabia Saudí, la cual redujo cerca de un cuarenta por ciento su demanda en la primera mitad de 2018, que suponen un factor importante en el estancamiento de la demanda internacional.

Conscientes de la importancia de la defensa del sector cerámico español, desde la patronal Ascer trabajan ya, en conjunto con la Conselleria de Economía Sostenible y Sectores Productivos, para buscar cuanto antes una solución al expediente abierto.

Buenos números en Castellón pese a todo

Sin embargo, y pese a las preocupaciones por el enfriamiento del sector cerámico, Castellón sigue siendo la provincia exportadora de la Comunitat Valenciana, gracias al tirón de la alimentación y los semimanufacturados. Según el estudio del INE y Bankia, Panorama de la Comunidad Valenciana, Castellón lideraría las exportaciones con un 13,2% -frente al 1,5% de Valencia y el 0’4% de Alicante-, a pesar de seguir ligeramente por debajo de la media nacional.

Además, los datos del desempleo del pasado mes de noviembre muestran una acusada reducción en la provincia de Castellón, que encara la campaña navideña con una bajada del 3% a pesar de su carácter estacional –según datos del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.