El pasado 29 de octubre, el paso de la DANA por la Comunitat Valenciana dejó totalmente asoladas las instalaciones centrales de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) situadas a un kilómetro escaso del barranco del Poyo, cuyo desbordamiento provocó la destrucción de instalaciones y equipamientos que hicieron imposible la continuidad del servicio transporte.
Las instalaciones más afectadas fueron el Puesto de Mando, Talleres de Valencia Sud, Oficinas y los distintos servicios que componen el departamento de Instalaciones Fijas, así como un buen número de Unidades dañadas tras la inundación.
“Es difícil entender cómo se puede afirmar por parte de la dirección que afortunadamente no hubieron incidentes aquel día, cuando gran número de agentes vieron peligrar su vida, muchos pasaron la noche aislados, otros durmiendo en los trenes o encima de ellos y, como recompensa se niegan a pagar los excesos de jornada del personal que quedó atrapado y siguió trabajando esa noche, llegando alguno de ellos a estar 30 horas de servicio continuado, gran parte de ese personal a fecha de hoy, aún no han recibido una llamada oficial de la empresa interesándose por su estado, ni el de las personas usuarias que tuvieron a su cargo”, denuncian desde el Comité de Empresa de FGV. Así mismo, consideran que es “inexplicable” que FGV, no se haga responsable de los daños adicionales ocasionados a los vehículos de sus trabajadores después de la DANA, “a causa de una gestión pésima en el traslado de éstos dentro de sus instalaciones”.
Tampoco ven “entendible” que la empresa pública de la Generalitat Valenciana no tenga contratado un seguro de continente y contenido, y que todo daño ocasionado en las instalaciones de FGV. “Hablamos de millones y millones de euros van a ser a cargo de las arcas públicas, es decir del dinero de todos los valencianos”, recuerdan, y añaden que, sin embargo, sí que cuenta con un seguro de Responsabilidad Civil la jefatura, a quienes cubre “en caso de alguna irresponsabilidad”.
“No acabamos de comprender por qué ninguna de las decisiones tomadas tras la DANA, tienen en cuenta al personal de FGV y en numerosas ocasiones van en su contra, ni por qué la dirección se atreve a diferenciar entre los agentes que trabajaron el pasado 29 de octubre, reconociendo a unos si, y a otros no el tiempo que permanecieron aislados en instalaciones de la empresa y fuera de ella, más aun siendo la cabeza visible de FGV, que se encargó del realojo y protección de compañeras y compañeros e incluso viajeros a los que FGV no fue capaz de rescatar”, insisten desde el Comité de Empresa.
Los representantes de los trabajadores afirman que el servicio se ha ido reabriendo paulatinamente “con el esfuerzo, la colaboración y el sacrificio de toda la plantilla de FGV, que hizo posible que el pasado 9 de noviembre se reabrieran las Líneas Tranviarias y el 3 de diciembre las líneas Metro, ambas con un servicio reducido”.
Califican como una decisión “miserable” la adoptada por FGV de “no abonar conceptos grafiados previamente, así como horas de nuestro personal realizadas los días posteriores a la DANA, personal con afectación directa en sus viviendas y vehículos que no dejaron de acudir a sus puestos de trabajo”.
“Se ha ninguneado, e incluso desafiado, a la representación legal de los trabajadores, diciendo unas cosas en las reuniones mantenidas con motivo del restablecimiento del servicio, para acto seguido, hacer totalmente lo contrario”, sentencian: “Se han cambiado unilateralmente todos los sistemas de trabajo y en dos meses no se han reunido para negociar nada, solo para informar y mentir a la representación legal de los trabajadores; unilateralmente han quitado decenas de descansos que los trabajadores teníamos grafiados el 1 de enero de 2025, por orden del conseller Martínez Mus, hoy día 27, sin tener en cuenta que mucha gente está de viaje a ver a sus familias; FGV no ha tenido en cuenta los cambios de residencia de muchos colectivos y que algunos de ellos se encuentren hoy día realojados en lugares sin contar con las mínimas condiciones necesarias para realizar su trabajo”.
Por otro lado, indican que se encuentran sin convenio colectivo desde el pasado 31 de diciembre, y en este tiempo tan solo han mantenido dos reuniones al respecto.
Todo esto, relatan, contrasta con que en FGV se han realizado 27 contratos adjudicados por vía de emergencia desde el 29 de octubre, que ascienden aproximadamente a unos 70 millones de euros, “muchos de ellos necesarios pero algunos tan dantescos como un servicio de mantenimiento de los enclavamientos tranviarios que no fueron afectados por la DANA y cuyo informe de necesidad basaba la licitación en la falta de personal, falta de medios y de vehículos, cuando por otro lado nuestros agentes encargados y disponibles han visto sus funciones vaciarse de contenido”. “Cualquiera podría pensar que se está aprovechando la coyuntura para adjudicar y externalizar trabajos y servicios que, de otro modo, habría sido muy difíciles de justificar”, denuncia el Comité.
Tal y como señalan, la gestión de la reapertura parcial de un servicio como el que ofrece FGV a la ciudadanía es “complicada”, pero creen que “llama mucho la atención el desembolso que se está realizando con las contrataciones a empresas externas mientras se cuestionan a los agentes las horas realizadas, sus desplazamientos, que a fecha de hoy no se hayan habilitado lugares con un mínimo de condiciones, que no se asuman responsabilidades, y muchas cosas más que provocan una sensación general de abandono”.
“Lo sucedido el pasado 29 de octubre superó a todos, pero transcurridos dos meses podemos afirmar que la dirección de FGV no ha estado a la altura de la plantilla, a quien desmerece y falta el respeto”, inciden.
“Desde hace casi dos meses, la plantilla en su totalidad ha empujado hacia adelante con la finalidad de recuperar el transporte ferroviario de la ciudad en condiciones de seguridad y regularidad a pesar de sus dirigentes, lo antes posible, para ofrecer el servicio que merecen los valencianos y valencianas”, se lamentan desde el sindicato: “Por el contrario, lo que recibe es falta de empatía, reducción en sus salarios, condiciones de trabajo, imposiciones sin negociación alguna y atentados a su conciliación familiar”.
Los representantes sindicales instan a la dirección de FGV y a la Conselleria a que hagan un ejercicio de “reflexión” y “empatía” hacia sus trabajadores, recuperen el dialogo con los representantes de los trabajadores, vuelvan a instaurar los gráficos negociados, dejen como festivo a efectos de circulación el día 1 de enero “para facilitar la conciliación de las personas trabajadoras, aprendan de su plantilla, la moralidad no está reñida con la legalidad”.