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Un chat de propietarios de apartamentos turísticos de València tras la manifestación por la vivienda: “Gandules, violentos, perroflautas, nazis…”

Capturas del chat en el que participan más de 300 propietarios de pisos turísticos de València.

Vicent Marco

València —
25 de octubre de 2024 23:00 h

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El principal grupo de Whatsapp de arrendadores y rentistas de València echa humo durante estos días. Especialmente tras las manifestaciones que claman por el derecho a una vivienda digna celebradas por todo el país. Dentro del grupo Anfitriones y Grupos, 313 miembros, la mayoría multipropietarios de viviendas y bajos destinados al alquiler vacacional o de corta estancia, a las que se refieren como VUT —vivienda de uso temporal—. El chat está pensado para solucionar problemas comunes del colectivo y ayudarse a la hora de encontrar manitas, abogados, empresas de mudanza, aparejadores, personal de limpieza o dar solución habitacional a personas que vienen a Valencia a pasar meses o semanas. Ahora bien, en el grupo, “se hizo mucha sangre de Ribó y de su regulación de los apartamentos turísticos, y era constante el llamamiento a no votarle”, nos confiesa uno de sus miembros que prefiere mantenerse en el anonimato y que añade: “la violencia verbal de ahora no tiene nombre”.

La muestra más clara son los comentarios a raíz de la manifestación multitudinaria del pasado 19 de octubre, que recorrió gran parte de la ciudad, convocada bajo el lema “València s’ofega” y que reunió a alrededor de 50.000 personas según los organizadores. La cosa pasó del “Todo es mentira” o “Van contra nosotros” inicial, a que un miembro del grupo, que oferta un centenar de habitaciones en alquiler en la zona del Cabanyal-Canyameral, compartiera dos imágenes de un contenedor en llamas —ambas retocadas con inteligencia artificial para simular un incendio— para acto seguido acusar a los manifestantes de violentos. Las fotos son difundidas con el texto “Ahí va la imagen de la ”noche de cristales rotos“. Ellos juegan el rol que jugaban los nazis y nosotros el que jugaban los judíos”. Eso deriva en una serie de insultos a los manifestantes como “gentuza” o “violentos”. Y más tarde en “perroflautas” o “gandules” en alusión a los activistas acampados en la Plaza del Ayuntamiento. De hecho, la conclusión a la que llega otro arrendador es que “son los mismos del 15M, vuelven a la calle porque ya se les han terminado las subvenciones. ¿De qué van a vivir?”. A lo que apostillan con sorna “son sus hijos”.

Si nos remontamos al verano, comprobamos que el ambiente del chat era ya bastante tenso, especialmente cuando se comentan hechos del tipo: “Nos ha venido un vecino a explicarnos que un chico pasó anoche al grito de putos pisos turísticos y lanzó un objeto contra el cristal…”, y se adjunta una foto de un cristal dañado. Las noticias televisivas sobre la posible regulación del sector se despachaban con un: “Son unos payasos manipulados, no dicen nada de los que venden droga ni los yonkis?? Tal vez sea mejor la mierda de locales cerrados y piojosos llenos de ratas y cucarachas que hay por todos lados que pisos bonitos que traen turistas y dan comercio y vida a la zona…” Todo esto, según nos explica el miembro del chat, con la connivencia de la moderadora, “que fomenta los planteamientos ultraliberales y llama la atención a quien comparte noticias o contenido que no van en esta línea”.

Los okupas son, muchas veces, la diana de los insultos del chat, en concreto cada vez que surge algún caso en prensa. Sirva como ejemplo la siguiente afirmación: “Estamos rodeados de ladrones y les dejamos robarnos sin que tengan consecuencia alguna. Ya va siendo hora de que haya consecuencias. No he conocido ninguna guerra que se gane protestando, se ganan a ostia limpia” y se invita a okupar edificios públicos como protesta.

Los días previos y posteriores a la manifestación en Madrid del 13—O se empezaron a compartir informaciones en el grupo sobre las protestas y la propuesta de Valeria Racu de no realizar una huelga de alquileres. Con comentarios como: “hoy mismo en TV1 mañana dando fórmulas para eliminarnos”, “Pues si dejan de pagar y los pequeños propietarios dejamos de alquilar por miedo a que inkiokupen, ya veremos quién les aloja…” o “pueden pensar en okupar directamente lo que sería una Anarquía que no preveo hoy día”. Y se compara la seguridad jurídica para los arrendadores en España con países como “Venezuela, Cuba y Korea del Norte (...) Lo dijo Chaves: si hay que expropiar se expropia”. De hecho, esa es una petición generalizada del colectivo, más seguridad jurídica y mano dura contra los morosos y okupas “que tienen barra libre”.

El 14 de octubre, con la manifestación de València en ciernes, un propietario compartió unos grafitis contrarios a las VUT que se realizaron en unos bajos de su propiedad en el barrio de Amistad. “Sin haber abierto ni siquiera. Esta mierda es la que provocan nuestros queridos políticos. Un sin sentido”, añadía a su queja. El resto del chat le animaba a denunciar a la policía el vandalismo y le daba ideas sobre cuál era la mejor manera de limpiar los grafitis. A modo de recordatorio también se incidía en el chat en que no se pueden ubicar cámaras de vídeo mirando a la calle, “no deja la policía” e invitaban a ubicarlas mirando a la puerta de entrada para poder pillar a los infractores.

El grupo continuaba debatiendo sobre carpinteros de confianza, buscando un profesional para desatascar las tuberías de un chalet o preguntando por empresas que ofrecen salidas en barco para ir a pescar con niños. Hasta que llegó la primera manifestación, la cadena humana en el barrio de Patraix contra los bajos de un edificio convertidos en 24 VUT, cuya licencia se otorgó horas antes de que la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, anunciara la moratoria. A la convocatoria de la concentración la respuesta de la administradora es: “Están calentando aún más los ánimos”. Mientras que la teoría sobre la convocatoria, defendida por un usuario que oferta once apartamentos turísticos en su página web es: “Contra bajos que llevaban años cerrados, mejor dejarlos cerrados para okupas, ratas o cucarachas, QUE FALTA DE INTELIGENCIA, tendríamos que hacernos oir mandado fotos de barrios con TODOS los locales cerrados con cierres oxidados, tal vez eso sea mejor que CREAR VIVIENDA que es lo que necesita este país ya que muchos de esos bajos serán para contratos TEMPORALES para trabajadores o estudiantes que también necesitan, como hago yo con los míos por ejemplo... a qué medios hemos de escribir masivamente...?”. Petición que obtiene el silencio por respuesta del resto de miembros.

Tras las protestas, las fotos manipuladas y los insultos anteriormente relatados hacia los manifestantes del 19—O. El día siguiente se difundieron fotos de algunos apartamentos que amanecieron con pegatinas en sus puertas que les señalaban como apartamentos turísticos bajo el lema: “aquest apartament ens puja el lloguer”. Unos adhesivos repartidos por el colectivo Entrebarris. Lo cual da pie a retomar el paralelismo nazi con el comentario: “Lo que decíais ayer, la estrella judía 😡😡. Están locos, esto va a terminar muy mal”. Otra imagen de la manifestación muestra un cartel que parafrasea a Pink Floyd con el lema “hey tourist, leave our flats alone”, y obtiene como respuesta un: “Our flats!!! Nuestros pisos, no de ellos... que parte no entienden. Que pidan que los bancos les den hipotecas, no apropiarse de lo nuestro😡” . Con las fotos de la acampada la opinión aplaudida es: “Que los detengan y les apliquen la ley”, y se atreve a afirmar una rentista que “hay organizaciones que los subvencionan”. Mientras que otro miembro acaba sentenciando a la alcaldesa de València: “María José Catalá es la nueva musa de los perroflautas, vaya fraude de política”.

Tras una serie de peticiones del estilo, “busco a alguien que acabe con la carcoma” o “¿me recomendáis un lugar para cambiar divisas por el centro?”. Difunden un video de una pareja colocando las pegatinas anteriormente citadas en bajos turísticos y, añade un propietario, “yo lo puse de vuelta y media, le dije que llevaba tiempo buscando al subnormal que iba pegando pegatinas y se calló como un buen cobarde”. Hay invitaciones a seguir el grupo de Whatsapp llamado Valencia no està en venda: “por si queréis saber lo que se cuece en el otro bando” e incluso peticiones de infiltrarse entre los manifestantes a quienes califican como “menudo popurri”.

La moderadora, a raíz de las quejas —en privado— de varios miembros que no comulgan con el tono de las conversaciones ha pedido limitar el uso del chat a cuestiones profesionales: “ya que en este grupo hay personas de diferentes ideas y recibo quejas de un lado y de otro”. No sin que antes un miembro alertara de un hecho que le había llamado la atención paseando junto a los bajos turísticos de Patraix: “Había varios vecinos de mediana edad, no perro—flautas, criticando los bajos turísticos (...) el discurso tremendista y culpabilizador ha calado”. A lo que le contestan “Hay que irrumpir en la casa del líder del círculo y conseguir su computadora”.

Se hizo caso omiso a la petición de la administradora y continuaron durante toda esta semana las críticas a la acampada en la Plaza del Ayuntamiento. Como ejemplo el comentario de un agente inmobiliario que considera que la situación: “Es una declaración de guerra contra los turistas y los propietarios de apartamentos turísticos. Basura política”. Hasta tal punto han llegado las quejas a la moderadora de miembros disconformes con el tono del chat, que ha eliminado dos publicaciones, que su autor consideraba pertinentes. “Yo hablaba de algo que afecta y mucho a nuestro colectivo, pero si alguien lo confunde con política se quita y no pasa nada. La reeducación woke llega hasta los propietarios de VT”. Por lo que de momento, el chat ha recuperado su actividad de venta de sofás, búsqueda de pladuristas y necesidades diversas.

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