Los otros 'chiringuitos' valencianos de Toni Cantó con el Partido Popular
El pasado mes de marzo, Toni Cantó abandonaba todos sus cargos en Ciudadanos (era el responsable del partido en la Comunitat Valenciana y su portavoz en las Corts) para unos días después intentar incorporarse a la candidatura del PP de Isabel Díaz Ayuso. Sin embargo, los tribunales descartaron esta posibilidad al no estar empadronado a tiempo y le expulsaron de la candidatura popular de cara a las autonómicas del pasado mes de mayo.
No obstante, como dice el refrán, de bien nacidos es ser agradecidos, y Díaz Ayuso ha agradecido su apoyo 'incondicional' de los últimos meses y le ha colocado en un organismo de nueva creación, la 'Oficina del Español' de la Comunidad de Madrid, uno de esos 'chiringuitos' que no hace tanto Cantó criticaba. El ex portavoz de Ciudadanos en las Corts Valencianes recibió ese nombramiento –con unos 75.000 euros anuales de sueldo– con un tuit (en castellano) que incluía un error de escritura con varias comas mal situadas, un mensaje que borró en cuanto las redes se hicieron eco de la falta.
Sin embargo, el camaleónico político-actor ha respondido a las críticas asegurando en Telecinco que este organismo (creado ad hoc) no es un 'chiringuito', sino un lugar desde el que trabajará para que Madrid se convierta en un “polo de atracción de riqueza y empleo”.
Cantó, asesorado entonces por el 'todófobo' Alvise Pérez, no hace tanto que cargaba contra los 'chiringuitos' asegurando que los iba a eliminar para destinar ese dinero “a educación, sanidad, dependencia y a bajar los impuestos”. Parece que ha cambiado (de nuevo) de opinión.
Pero no es el primer 'chiringuito' del que disfruta el ex de Ciudadanos (ahora próximo al PP y anteriormente representante de UPyD). En su etapa como actor, y con el Partido Popular en el Gobierno de la Generalitat Valenciana, Cantó ya disfrutó de dos encargos a cuenta del erario público: se trata de los 19 programas de cámara oculta 'Mira mira' que presentó en Canal 9 entre diciembre de 2002 y abril de 2003 y por los que habría cobrado 134.000 euros o del VEO (València Escena Oberta) un festival impulsado por el Ayuntamiento de Rita Barberá. El ex parlamentario valenciano dirigió las primeras cuatro ediciones (de 2003 a 2006) del VEO, un proyecto que también se vio salpicado posteriormente por el caso Gürtel.
El azote del valenciano
Si ahora va a ser el defensor del español en Madrid, Cantó ha sido antes el azote del valenciano en València, criticando el supuesto adoctrinamiento del Gobierno de Ximo Puig en el tema de la lengua. Esta actitud provocó que la Acadèmia Valenciana de la Llengua le afeara la conducta y le reclamara que dejara de utilizar el valenciano como “arma partidista y electoral”. “Dejemos de intentar ganar votos jugando con la lengua”, le recomendó la institución normativa.
El exportavoz de Ciudadanos aseguró que había colegios en los que no se podía estudiar en castellano, una información que resultó no ser cierta; abogó por el secesionismo lingüístico, al defender que valenciano y catalán no son la misma lengua, contrariamente a lo que pensaba su entonces jefe Albert Rivera; aseguró en las Corts Valencianes que Miguel Hernández “no hubiera podido publicar” en la Comunitat Valenciana por la “imposición lingüística”; e incluso llegó a atacar a los profesores difundiendo un texto con faltas en castellano vinculándolo a la enseñanza en valenciano. Estos son solo algunos ejemplos de su lucha contra los supuestos ataques que recibía el castellano en la Comunitat Valenciana, una lengua cuya honra defenderá ahora... en Madrid.
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