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En clave valenciana

Nada que no supiéramos. Los resultados de las elecciones europeas en la Comunidad Valenciana muestran con claridad el desplome del Partido Popular. Marcan el final de una época de mayorías absolutas, y espero, que también, de parlamentarios imputados por corrupción. Además inciden en lo que ya se vislumbraba en las pasadas elecciones generales y autonómicas; el ocaso del bipartidismo y la entrada de nuevas formaciones en el parlamento y en los ayuntamientos.

El tripartito, PSOE-PSPV, EUPV y Compromís, al que tanto miedo le tiene la formación conservadora, sigue en ascenso pese al acoso y derribo del que ha sido protagonista. Han conseguido aglutinar el 39,92% de los votos, que sumados a los obtenidos por PODEMOS, el 8,24%, supone un giro rotundo en la gobernabilidad de la Comunidad Valenciana tras más de 20 años de liderazgo popular.

Ha quedado claro que PODEMOS, contra todo pronóstico, ha conseguido restar votos al tripartito aunque en la Comunidad Valenciana se sitúa por detrás de UPyD, que hasta el momento no ha podido acceder a las Cortes Valencianas. En las pasadas elecciones autonómicas, el partido que lidera Rosa Díez obtuvo 60.859 votos, frente a Compromís que se alzó con 176.213 votos, y EUPV con 144.703. Y aunque los datos no son extrapolables en toda su extensión, entre otras razones porque la participación varía del 75,49% de las autonómicas, al 50,04% de las elecciones europeas, sí marcan una ruta en la Comunidad Valenciana que se inició, entre otros, con la vuelta de Esquerra Unida al Ayuntamiento de Valencia en 2011 tras años de ausencia.

Está por ver qué hacen los partidos más afectados por los comicios. De momento, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ya dijo anoche que los adversos resultados era una buena noticia. Y el valenciano González Pons que la culpa de la debacle la tienen los simpatizantes de su partido que se han abstenido frente a una izquierda que se ha lanzado a la calle. Los socialistas valencianos también siguen perdiendo aunque acorten distancias con el PP; y Compromís, a pesar de cumplir su sueño de colocar a su candidato, el periodista Jordi Sebastià, en el parlamento europeo, no ha visto cumplidas sus expectativas.

Todavía queda un año para las elecciones autonómicas y municipales. Un año de más crisis, de más paro, de importantes resoluciones judiciales que afectan, sobre todo, al partido gobernante. ¿Cómo van a actuar los dos partidos estatales sin apenas implantación en la Comunidad Valenciana, UPyD y PODEMOS?

Tuve la oportunidad de ver el acto en Valencia de PODEMOS. Fue en el gran patio de recreo del colegio público Teodoro Llorente, situado en Juan Llorens, justo donde ayer voté. Y estaba lleno. A la entrada los simpatizantes repartían chapas del partido que dirige el televisivo Pablo Iglesias. En el interior la gente aplaudía las intervenciones bajo un sol intenso, mientras se vendían camisetas y todo tipo de objetos para sufragar la campaña, cuyo presupuesto, de 110.000 euros, con desglose de gastos, se puede ver colgado en su página de Internet.

Las elecciones europeas, que empezaron sin pena ni gloria, han devenido en una gran sorpresa por sus inesperados resultados. Los valencianos tenemos cuatro representantes: dos mujeres y dos hombres. Inmaculada Rodríguez-Piñero, del PSOE; Marina Albiol, de EU; Esteban González Pons, del PP; y Jordi Sebastià, de Compromís.