“Por su condición sexual no se le ha discriminado. Simplemente lo que es relevante es la situación irregular del matrimonio según las consideraciones de la Iglesia”. Ferran Barberà, presidente de la Real Cofradía de la Virgen del Lledó, dio el lunes esta explicación ante el caso de Javier Gimeno, el ciudadano al que la hermandad rechazó como cofrade por ser homosexual y estar casado.
Esta postura es también la del Obispado de Segorbe-Castellón, ya que el propio presidente de la Cofradía insistió en que su explicación está “consensuada” con esta autoridad eclesiástica. También fuentes oficiales del Obispado remitieron a las declaraciones de Barberà.
El presidente de la cofradía negó la discriminación porque Gimeno “incluso formaba parte de la cofradía y de la junta de barreros desde hace diez años”. Sin embargo, su matrimonio es irregular “según las normas de la Iglesia”. Por eso, después de recibir “una consulta”, la cofradía decidió que “a la hora de formar parte de la Junta de Gobierno no se acepta”, en referencia a la adquisición de la situación de cofrade por parte de Gimeno.