Tras las Fallas, Semana Santa, Moros y Cristianos de Alcoi y Hogueras de San Juan el coronavirus también pasa factura a una de las fiestas valencianas más internacionales: la Tomatina en Buñol. La decisión se ha anunciado desde el Ayuntamiento de Buñol pese a faltar cuatro meses para que se celebrara, el 26 de agosto estaba prevista este año. Esta suspensión de la gran batalla del tomate que congrega a miles de personas cada año coincide con el que iba a ser su 75 aniversario, y será la segunda vez que no se celebra en todo este tiempo.
El Ayuntamiento de Buñol ha emitido un comunicado esta pasada noche en el que manifestaba que “no se nos escapa a nadie lo difícil que resultaría organizar nuestra fiesta más internacional en estas condiciones, por lo que la responsable de la gestión de esta Fiesta, la Teniente de Alcalde María Valles, planteó al gobierno local esta posibilidad, encontrando unanimidad en el gobierno”.
En estos 75 años de Tomatina esta será la segunda vez que no se celebre, la anterior fue en 1957, en pleno Franquismo, cuando fue prohibida por el alcalde de aquella época. Los vecinos de Buñol, que ya llevaban 11 años disfrutando de una fiesta no oficial, pero sí popular, crearon el ‘Entierro del tomate’ para reivindicar la fiesta, y fue tal la reacción de apoyo popular a aquel entierro que las autoridades no tuvieron más remedio que si no autorizar, si al menos permitir en los siguientes años la celebración del festejo.
Desde entonces hasta hoy la fiesta se ha celebrado cada año fiel a su cita cada último miércoles de agosto.