Elche inaugura el 'Jardín de la Concordia' donde PP y Vox han conseguido que se mantenga la cruz franquista

Elche inauguró este jueves su nuevo Jardín de la Concordia, un jardín defendido por el gobierno de PP y Vox como un lugar de “reconciliación y perdón”, pero que preside una cruz de los caídos franquista que ambos partidos de la derecha han luchado para mantener huyendo de la aplicación de la Ley de Memoria Democrática.

Este monumento inaugurado el 13 de agosto de 1944 con el lema “A los caídos por Dios y por España” además se encuentra situado sobre un refugio antiaéreo de la Guerra Civil. En este contexto se ha renovado una zona con espacios verdes y con placas que recuerdan las diferentes etapas, así como también una imagen del primer alcalde democrático de Elche, el socialista Ramón Pastor.

Entre los invitados al acto estuvieron desde la hija del propio Pastor al hijo de Adolfo Suárez, quien fuera el presidente del Gobierno durante la Transición. Además, la ocasión mereció la actuación de la Orquesta Sinfónica de Elche, que interpretó entre otros temas el 'Himno de la alegría' de la 9a Sinfonía de Beethoven, o 'Suspiros de España'.

No obstante ni la oposición municipal de PSPV y Compromís, ni los sindicatos UGT y CCOO quisieron asistir al acto lamentando que lo que se hace es “blanquear” al franquismo. Por otro lado, un grupo de familiares de represaliados y víctimas del genocidio franquista en Elche ha ha mostrado su rechazo a esta simbología asegurando que conservar este monumento perpetúa un símbolo antidemocrático impuesto por el franquismo que vulnera la ley de memoria democrática.

Durante las intervenciones en el acto la teniente de alcalde de la ultraderecha, Aurora Rodil (Vox), afirmaba que “la cruz es Occidente, la cruz es España y la cruz es Elche. En la cruz estamos todos aunque algunos lo nieguen”, y concluía afirmando que “hoy estamos aquí celebrando una victoria del bien ante el mal. ¡Viva Cristo Rey!”, grito que fue replicado entre los asistentes.

Por su parte el alcalde de Elche, Pablo Ruz (PP), abundaba en la persistencia de la cruz franquista afirmando que “pasarán generaciones, nosotros nos iremos, y este espacio seguirá siendo un lugar para el encuentro, no os quepa la menor duda, nunca nadie derribó esta cruz y nunca nadie la derribará”.