Una empresa de Onda pone en marcha el primer horno eléctrico de producción de la industria cerámica de España

Europa Press

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El Grupo Italcer ha instalado en la planta de Equipe Cerámicas de Onda (Castelló) un innovador horno 100% eléctrico que marca un “hito” en la reducción de emisiones de CO2 en el sector, ya que permitirá ahorrar 1.500 toneladas de CO2 al año, contribuyendo a la descarbonización de la producción y a los objetivos de la Agenda 2030.

Este proyecto ha sido desarrollado conjuntamente por el ITC y la Universitat Jaume I de Castelló, junto con la empresa Systemfoc, y ha sido respaldado por el Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (Ivace+i) con un total de 878.000 euros.

El horno se ha desarrollado con el objetivo de eliminar por completo las emisiones de gases de efecto invernadero en la fase de cocción de la cerámica, sin comprometer la calidad técnica y sostenible del producto fabricado.

Tras años de investigación, Italcer ha diseñado y patentado un sistema avanzado para la captura del CO2 emitido a la atmósfera por sus plantas productivas, así como la transformación y recuperación de otros elementos contaminantes orgánicos e inorgánicos, según ha informado la compañía en un comunicado.

Este horno industrial 100% eléctrico sustituye al de gas y utiliza una tecnología basada en resistencias eléctricas, evitando el 100% de las emisiones directas de dióxido de carbono en la etapa de cocción. Además, presenta un consumo energético que, según los primeros estudios energéticos realizados, es un 30% menor que el de un horno tradicional, ha detallado la Generalitat.

Ventajas

Según Rogelio Vila, director general de Equipe Cerámicas, “son muchas las ventajas de un horno eléctrico frente a los hornos de combustión con mezcla de hidrógeno verde y gas natural, como la inmediatez en su puesta en funcionamiento sin la necesidad de infraestructuras de canalización de gas, el menor consumo energético, y la posibilidad de dar autonomía energética a la compañía si lo combinamos con la instalación de equipos de generación y autoconsumo eléctrico”.

El CEO de Italcer, Graziano Verdi, ha explicado que el desarrollo de estos proyectos a nivel industrial es “un paso fundamental” en el camino hacia la descarbonización del grupo. “Gracias al uso significativo de energía eléctrica procedente de fuentes renovables estamos logrando una reducción muy considerable de las emisiones directas de CO2 a la atmósfera”, ha añadido.

Al mismo tiempo, ha destacado que, siendo el gas natural un componente energético “clave” en la transición energética, la patente obtenida recientemente para capturar CO2 les permitirá “impulsar productos cerámicos sostenibles y respetuosos con el medioambiente, fruto de los procesos productivos innovadores, eficientes y basados en la economía circular. Solo en 2023, nuestro grupo ha invertido cinco millones de euros en proyectos sociales y medioambientales”.

Por su parte, el secretario autonómico de Industria, Comercio y Consumo, Felipe Carrasco, ha puesto en valor “la apuesta continua del sector cerámico por la innovación, la eficiencia energética y la búsqueda de nuevos materiales y técnicas con las que producir de manera más sostenible”, según ha informado la Generalitat en un comunicado.

“Principales desafíos”

Asimismo, ha explicado que la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles, esencialmente del gas natural, es “uno de los principales desafíos que presenta el proceso productivo de este sector tan vital para la economía valenciana”. La cocción de baldosas actualmente se realiza de forma mayoritaria en hornos de rodillo utilizando como combustible gas natural que, en este proceso de combustión, produce dióxido de carbono.

En su opinión, este proyecto pionero “se ha conseguido con el conocimiento, la tecnología y con empresas de la Comunitat Valenciana y es un claro caso de éxito de transferencia de tecnología, del buen uso de los fondos públicos que se invierten en los institutos tecnológicos como es el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) y de la apuesta clara del sector privado de hacerlo realidad”.

Para Carrasco, las soluciones a los retos a los que se enfrenta el sector “han de venir necesariamente de la mano de la innovación”, y por ello “es vital tejer alianzas que integren centros de investigación y empresas, con la finalidad de crear redes que faciliten el intercambio de conocimientos y tecnologías entre diferentes actores”. En dichas redes, a su juicio, los institutos tecnológicos “son actores imprescindibles como se demuestra en este caso con la participación del ITC”.

Carrasco se ha referido al clúster cerámico de Castellón como uno de los polos industriales “más importantes de la Comunitat Valenciana, un sector estratégico con toda una serie de industrias auxiliares y organizaciones relacionadas que, junto con su elevada inversión en I+D+i, le confiere un carácter único y es una de las claves de su competitividad a nivel mundial”.

Según ha indicado, esta competitividad “se ha visto mermada en los últimos meses por los elevados costes del gas natural y por la falta de apoyo del Gobierno de España para que pueda recuperar toda la competitividad perdida frente a sus competidores europeos, que sí se han visto apoyados por sus gobiernos”.

Por su parte, la alcaldesa de Onda, Carmina Ballester, ha señalado que “si hay un lugar en el mundo donde puede ser posible hacer realidad un gran proyecto como el que acabamos de ver, ese es, sin duda, Onda. Aquí somos cuna de la cerámica y líderes en innovación. Este pionero horno eléctrico es el resultado de nuestra apuesta por la sostenibilidad, la reducción de la contaminación y el talento de nuestra gente”.