El nuevo parque comercial de Castellón prevé 35.000 metros cuadrados para ocio y grandes tiendas

La empresa promotora del nuevo parque comercial que se planea en las afueras de Castellón se llama “Estepark”, se creó específicamente para promover el proyecto-que tiene el mismo nombre-, y su accionariado está formado por “inversores inmobiliarios europeos”, que permanecerán en el anonimato por deseo de la compañía. Fue uno de los datos que los responsables de Estepark aportaron ayer en un encuentro con los medios de comunicación, a los que convocaron para explicar las líneas generales del parque comercial ante “el revuelo mediático generado” y para intentar convencer al pequeño comercio de que “no seremos competencia”.

Los portavoces de la empresa, Jerónimo García y Miguel Frontera, explicaron que el parque comercial tendrá 40.000 metros cuadrados, de los cuales poco menos de la mitad serán aparcamiento y zonas ajardinadas. Los otros 21.000 metros cuadrados se dedicarán a una primera planta de grandes tiendas con una superficie mínima de 500 metros cuadrados cada una. La segunda planta tendrá zona de ocio, con restaurantes, terrazas y zonas deportivas, que ocuparán entre 10.000 y 15.000 metros cuadrados. Estará situado entre la antigua N340 y el polígono de Los Cipreses.

“Fue la Salera la que perjudicó al pequeño comercio”

Frontera explicó que el parque “no será competencia” del pequeño comercio porque parte de las tiendas que albergará están ya en el polígono Ciudad del Transporte, así que sólo habrá una “reubicación”. Afirmó que el daño al pequeño comercio quedó hecho cuando las grandes superficies -citó a Leroy Merlin y Media Markt como ejemplo- llegaron a la ciudad. Así que Estepark sólo será una “evolución natural” de la situación. Sin embargo, Frontera reconoció que las negociaciones con los operadores comerciales no están cerradas, y que pueden llegar a establecerse entre un 30% y un 70% de marcas que en la actualidad no están en la ciudad.

Frontera explicó que Estepark tampoco será competencia de La Salera, la superficie de este tipo de referencia en Castellón, porque el proyecto es de un “parque comercial” y no un “centro comercial”. Este matiz lingüístico implica que las tiendas de Estepark serán grandes (un mínimo de 500 metros cuadrados), mientras que las de La Salera son pequeñas (entre 100 y 200 aproximadamente, afirmó). También que en Estepark no habrá un pasillo interno en el edificio común que comunique las tiendas sin tener que salir a la calle, como sí lo hay en La Salera. No obstante, ambas superficies tendrán el mismo cliente final y, tendrán, además, funciones idénticas: un espacio unitario para actividades comerciales diversas y una amplia zona de ocio. La única diferencia será en la práctica el tamaño de las tiendas.

García, por su parte, explicó que la competencia es buena por sí misma, y que beneficiará a los clientes finales, aunque “es verdad que [Estepark] va a causar un pequeño revolcón” en el panorama comercial de Castellón, admitió. “En todo caso, fue la Salera la que perjudicó el pequeño comercio”, afirmó, para insistir en el argumento de que su parque comercial no empeorará la situación de los propietarios de los negocios del casco urbano. Para explicarles todo esto, el responsable de Estepark anunció una reunión con los pequeños comerciantes de la ciudad.

Reuniones con el Ayuntamiento

Frontera y García explicaron que se han reunido en dos ocasiones con el Gobierno local. Ninguno de los dos encuentros fue “una presentación técnica oficial”, pero “sí les dijimos que era un parque comercial”. Las reuniones tuvieron lugar “hace un mes y medio, más o menos en septiembre”, es decir, antes de que se conociera públicamente la existencia del proyecto. Encontraron “interés hacia la gran inversión” y “ningún reparo”. Las conversaciones fueron con la alcaldesa, Amparo Marco, y el concejal de Movilidad, Rafael Simó.

El Ayuntamiento anunció la existencia de estas reuniones hace una semana en boca del vicealcalde, Enric Nomdedeu. Nomdedéu explicó que la discreción municipal al respecto se debió a que no se pueden dar por válidas las intenciones de una empresa hasta que no se presenta un proyecto por escrito. Afirmó que el Ayuntamiento valorará el proyecto cuando se presente en firme y que la institución no opina acerca de especulaciones.

Por su parte, los promotores consideraron ayer que el Consistorio no hizo públicas tales reuniones porque estamos en periodo electoral: “Entendemos que estamos en un calendario especial, en el que la situación política no es normal dentro de un periodo de cuatro años. Estamos políticamente en una situación muy sensible”.

Castelló en Moviment pedirá explicaciones

El proyecto se aleja del pacto de gobierno firmado por PSPV y Compromís -componentes del ejecutivo en minoría- y Castelló en Moviment -la agrupación de electores que posibilita la gobernabilidad desde la oposición-. En este acuerdo se apuesta por el pequeño comercio urbano. Desde Castelló en Moviment aseguran que el equipo de Gobierno ha negado explícitamente en varias ocasiones haber tenido contacto alguno con Estepark antes de que los medios de comunicación publicaran su existencia. Afirman que pedirán explicaciones.

Frontera y García también aseguraron haberse reunido en mayo con el anterior equipo de gobierno, del PP. En este encuentro, narraron los promotores, les explicaron que su intención era construir un parque comercial. Sin embargo, el PP había negado con anterioridad, explícitamente y por escrito, haber tenido conocimiento alguno de estos planes: “En ningún momento, por parte del anterior equipo de gobierno, se tuvo conocimiento del interés por parte de un grupo empresarial de ubicar una gran superficie comercial en estos terrenos”. Ayer, el PP reconoció esa reunión, pero aseguró que sólo se habló de “urbanización” y de que se ubicarían “aquellas instalaciones que cumplieran con la legalidad”, pero no de la posibilidad de que se construyera un parque comercial.

Previsión de apertura en 2017

Estepark planea la apertura al público en 2017. Actualmente, la parcela está en obras de urbanización. Antes de comenzar a construir la instalación en sí, Estepark debe pedir una licencia de actividad a la Generalitat Valenciana. Desde la administración autonómica se explicó que el proyecto “no es bienvenido” porque se prefiere un modelo de sociedad basado en un tejido industrial de comercio pequeño y urbano, en declaraciones de Natxo Costa, director general de Comercio, el pasado lunes. No obstante, desde la Conselleria de Comercio reconocen que si el proyecto cumple todos los requisitos urbanísticos, medioambientales y de uso racional de territorio, deberá ser aprobado porque la ley no permite prohibir este tipo de proyectos por razones económicas o de competencia. La próxima semana, Estepark se reunirá con representantes de la Conselleria.

Los responsables de Estepark afirman que hay un “interés que pensamos que es real” en el proyecto porque “la realidad económica y social parece que lo está aprobando”. Aseguraron que todos los días les llega una gran cantidad de currículos de personas interesadas en trabajar en el parque comercial. De momento, las obras de urbanización emplean a 100 personas. También relataron el gran interés que están mostrando los operadores comerciales en establecerse en Estepark, aunque no pudieron dar ningún nombre concreto por estar “en negociaciones”. Calculan una inversión de unos 20 millones de euros en construir la instalación, “que se suma a lo que llevamos invertido” en la compra de los terrenos y las obras de adecuación.