Se cumple poco más de un año de la triste defunción de RTVV. Algunos dicen que el cuerpo del ente público venía presentando, debido a sucesivos atracones presupuestarios, cierta obesidad mórbida. Una plantilla sobredimensionada que había que adelgazar por la vía rápida, a golpe de ERE, como así fue. Quienes se dedicaron a engordar Radio Televisión Valenciana, ya sea contratando con desparpajo o nutriéndose a costa del erario público, decidieron lavarse las manos y cortar por lo sano, más bien insano, de ese cuerpo pesimamente gestionado.
Rosa Vidal, jurista y abogada del Estado, llegó con la misión de establecer un plan de adelgazamiento que permitiera mover aquel cuerpo tan obeso. RTVV se había adelantado practicando un ERE que después se consideró nulo. De manera que el plan de adelgazamiento quedó sin efecto y la Generalitat entendió que el colesterol, propiciado por su malísima alimentación, ya poco importaba que fuera bueno o malo, puesto que tocaba cebar, ahora con dinamita, al enfermo. Sin vuelta atrás. ¿O no?
Rosa Vidal, ex directora general de RTVV, intervino en el Palacio de Colomina de la Universidad CEU Cardenal Herrera para mostrar “la encrucijada de Radio Televisión Valenciana”, tal era el título de su conferencia, un año después del fallecimiento del ente público, sin duda por causas nada naturales. Y lo que dijo, en presencia de numerosos ex trabajadores y ex consejeros de RTVV, es que la reapertura de la radiotelevisión pública valenciana era “muy complicado”, incluso “mucho, mucho”. Y ofreció sus razones, más bien inquietudes legales, en caso de que tal cosa se planteara, a modo de aviso a navegantes (PSPV, Compromís y EU han lanzado promesas en este sentido).
“Si se toma la decisión de abrir una nueva televisión pública sin haber completado el proceso de liquidación y sin sentencia del Constitucional sobre el ERE derivado del cierre y sobre el recurso presentado contra la propia ley de supresión, se abre una incertidumbre jurídica y podría incurrirse en fraude de ley”. Y la sentencia del máximo tribunal, según Vidal, no llegará hasta dentro de dos años. Esto para el caso de querer poner en marcha una nueva RTVV. Si lo que se pretende es reabrirla, el escenario sería este otro.
“Pasaría por derogar la ley de supresión y retirar tanto el recurso de inconstitucionalidad como la demanda de conflicto colectivo, además de intentar la retirada de la mayoría de las 1.700 demandas presentadas por los trabajadores, negociando con ellos a título particular. Y luego habría que tramitar y aprobar una nueva ley en las Cortes Valencianas”, explicó Vidal. Lo dicho: tanto abrir una nueva como reabrir la extinta RTVV es muy, muy complicado. Palabra de quien ha sido directora general del ente público y ahora trabaja como letrada en el bufete Broseta Abogados.
Sobre la decisión de la Generalitat de quitarse de encima y por las bravas el peso que había adquirido RTVV por culpa de los sucesivos engordes, Rosa Vidal apuntó que cabían otras alternativas. La nulidad del ERE no tenía por qué llevar asociado el cierre, que es lo que “el dueño del ente, en este caso la Generalitat, decidió”. También manifestó su extrañeza por lo apuntado en el preámbulo de la ley de supresión del servicio, “donde se cita una sentencia (la del ERE del TSJ) en la que no se habla de cierre”. En cuanto al proceso de liquidación en vigor, Vidal señaló que no sólo se refería al ámbito laboral y financiero, sino que abarcaba igualmente los contratos a terceros, “que hay que cumplir”, y la liquidación tecnológica, al ser RTVV la titular de la red.