Compromís y Más Madrid impulsarán una reforma del Código Penal para tipificar como delito las terapias de conversión

La portavoz de Compromís en el Congreso, Àgueda Micó, y el diputado de las Corts Valencianes, Francesc Roig, han mantenido en Madrid una reunión con la Asociación contra las terapias de conversión para tratar la necesidad de presentar una proposición de ley de reforma de código penal por considerar delito la práctica de las conocidas como “terapias de conversión” de la orientación sexual o la identidad y expresión de género. En la reunión también han participado representantes de Más Madrid como Eduardo Rubiño, concejal del Ayuntamiento de Madrid, y Jimena González, diputada de la Asamblea de Madrid.

La formación valencianista se ha comprometido a impulsar la reforma del Código Penal propuesta por la Asociación contra las terapias de conversión que tipificaría como delito la práctica del de los “esfuerzos de cambio de orientación sexual e identidad o expresión de género” (ECOSIEG) y que permitiría proteger de forma efectiva a las víctimas con medidas de apoyo.

Para Àgueda Micó, “no es el momento sólo de buenas palabras sino de los hechos. Por eso nos hemos comprometido a que en el plazo máximo de un mes, presentaremos al Congreso, junto con el resto de grupos que quieran sumarse, una proposición de ley de reforma del código penal con un objetivo muy claro: luchar de la manera más efectiva contra estas prácticas tan aberrantes. Creemos que esta medida es imprescindible, sobre todo, para proteger a las víctimas”

Según Francesc Roig, “desde Compromís llevamos tiempo trabajando para destapar una auténtica trama homófoba que ha afectado a miles de víctimas en todo el Estado, muchas de ellas valencianas. Por eso sabemos al 100% que es imprescindible que se reforme el código penal, porque las víctimas no pueden seguir esperando y necesitamos todas las armas contra estas auténticas torturas a las personas LGTBI”.

El representante de Más Madrid, Eduardo Rubiño, subraya la importancia de “perseguir una práctica que es un auténtico negocio ilícito, basado en una aberración acientífica que causa mucho sufrimiento y ante la que la ley no puede tener ángulos muertos”, al tiempo que reconoce el trabajo “imprescindible de No Es Terapia desde la sociedad civil para dar voz a una lacra que durante demasiado tiempo se ha intentado silenciar”.