La mesa de contratación del 'call center' supuestamente amañado de la Diputación de Valencia fue, cuando menos, llamativo. Manuel L. M., un funcionario que fue designado como miembro de la mesa de contratación de Imelsa, la antigua empresa pública de la institución provincial de la que era gerente Marcos Benavent, autodenominado 'yonqui del dinero', ha explicado que fue un “convidado de piedra”, tal como manifestó en la fase de instrucción. El testigo se integró en la mesa de contratación para asesorar en aspectos tributarios del 'call center'. “No entré a valorar nada porque, en principio, ya estaba valorado todo”, ha dicho en referencia al papel que ejercieron los funcionarios Salvador Deusa y Ricardo Ángel Marí, ambos acusados en la causa. Éste último, a pesar de no figurar en la mesa de contratación, asistió “a una o dos reuniones”.
En el tercer juicio del 'caso Taula', que se celebra ante la sección quinta de la Audiencia Provincial de Valencia, figuran como acusados el expresidente de la Diputación de Valencia Alfonso Rus, el 'yonqui del dinero' y su exsuegro, que cobró una supuesta comisión del contrato de 'call center' a través de una empresa pantalla a nombre de su cuñada.
El testigo ha asegurado que asistió a la mesa de contratación para “ampliar” sus conocimientos sobre la función pública y ha ,mostrado su molestia por verse “involucrado” en la instrucción del 'caso Taula': “Sinceramente todo este proceso ha minado mucho mi vocación como funcionario público”.
El funcionario no recordaba haber votado en la mesa de contratación pero ha asegurado que nadie le dio indicaciones de a qué empresa se le tenía que adjudicar. También ha reconocido que no leyó los pliegos de contratación ya que su labor se limitaba a asesorar en los aspectos tributarios.
Por su parte, Rafael Pérez Martínez, diputado provincial del PP entre 2011 y 2015, ha declarado que no recordaba prácticamente nada del proceso de adjudicación. El también exalcalde de Sedaví era consejero delegado de la firma Imelsa pero ha alegado que quien “manejaba la empresa de hecho” era Marcos Benavent. “En ningún momento” fue consultado por la encomienda de gestión del servicio del 'call center' o por los pliegos de contratación.
“No lo sé” o “no me acuerdo”
El exdiputado provincial del PP ha repetido en decenas de ocasiones “no lo sé” o “no me acuerdo”, escudándose en el tiempo transcurrido desde la adjudicación. “No puse la mesa ni sabía quién intervenía ni quién estaba”, ha declarado. “Cuando me senté de presidente, ya estaba constituida”, ha agregado.
Tampoco recordaba si el secretario de Imelsa le comunicó las deficiencias detectadas en los pliegos ni el motivo por el que el funcionario Ricardo Ángel Marí asistió a dos sesiones a pesar de no formar parte de la mesa de contratación. El fiscal anticorrupción, Pablo Ponce, ha preguntado al testigo si hubo alguna discusión en el seno de la mesa de contratación. “No me acuerdo prácticamente de nada, ha pasado mucho tiempo”, ha contestado.
Rafael Pérez Martínez ha asegurado que no participó en “nada”: “Todo venía dado por las personas encargados de los informes preceptivos de esa adjudicación”, ha dicho. No hubo una votación, tal como ha reconocido también el primer testigo, porque los puntos obtenidos por las empresas “ya venían sumados”. El exdiputado provincial del PP ha negado que hubiera un amaño en la adjudicación del contrato o que recibiera indicaciones en ese sentido.
El testigo se ha explayado más en relatar la situación en la Diputación de Valencia a raíz de la desaparición de Marcos Benavent, cuando estaba en marcha la investigación secreta del 'caso Taula'. En ese contexto, le preguntó a Alfonso Rus, entonces presidente popular de la Diputación de Valencia si estaba tranquilo. “Porque yo no estoy tranquilo”, ha rememorado que le dijo a Rus. “No entendía la situación que estaba pasando” y le preocupaba en su calidad de diputado responsable de las empresas públicas de la institución provincial.