El proyecto Corrupción Zero tiene como objetivo principal promover el soporte legal y los recursos tecnológicos necesarios para construir sistemas de lucha proactiva contra la corrupción y las malas prácticas de las organizaciones públicas. Más específicamente, busca crear, desarrollar y potenciar el conocimiento en el ámbito tecnológico dirigido a convertir instituciones públicas disfuncionales en proveedores de servicios eficientes.
En este contexto, la facultad de Economía y la Nau de la Universitat de València acogen desde este miércoles, 22 de noviembre, y hasta el viernes 24 las jornadas 'Corrupción Zero', organizadas por la Fundación Internacional Baltasar Garzón y la Fundación por la Justicia. Entre los ponentes que participarán en las diferentes actividades programadas se encuentran, el propio Baltasar Garzón, el magistrado José María Tomás y Tío, el conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, o el director de eldiario.es en la Comunitat Valenciana (eldiariocv.es), Adolf Beltran.
“La corrupción es un delito muy grave capaz de frenar el desarrollo económico y social de cualquier sociedad, porque supone una ruptura de la confianza y las expectativas de los ciudadanos en sus instituciones”, explican desde la organización del congreso. A nivel internacional, los niveles de corrupción alcanzan a día de hoy unas magnitudes muy importantes (más del 5% del Producto Interior Bruto Mundial, según Naciones Unidas), y afectan a todos ámbitos de la actividad humana. En España, durante los últimos años, la percepción de que, junto con el fraude, constituye uno de los problemas más importantes de la sociedad es un dato de los más relevantes dentro de los que proporciona el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
A raíz de estos hechos, diversos organismos y partidos políticos han sacado a la luz una serie de propuestas y medidas concretas basadas en la prevención, la detección de conductas corruptas y el control. El desarrollo de sistemas informáticos que puedan alertar sobre situaciones de riesgo es cada vez más necesario para una lucha eficaz contra la corrupción, teniendo en cuenta información cada vez más voluminosas y complejas en la Administración.
Estos sistemas deben complementarse necesariamente con estrategias de prevención, ya que resulta imprescindible incorporar en la sociedad una serie de valores éticos como la transparencia, la responsabilidad, la integridad o la igualdad de oportunidades en la gestión de la Administración Pública.