Narcos, proxenetas, empresarios presuntamente corruptos y una secretaria mileurista que pasó 14 años trabajando en negro. El abogado José María Corbín, cuñado de la fallecida alcaldesa Rita Barberá y presunto líder de la trama de corrupción investigada en el marco del 'caso Azud' que movió siete millones de euros en comisiones, según la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, pasó de defender a narcotraficantes y proxenetas a centrarse en el supuesto asesoramiento jurídico a grandes empresas que recibían adjudicaciones millonarias por parte del Ayuntamiento de Valencia, según explicó la secretaria del despacho, en el que también trabajaba Rita Corbín, a los investigadores del instituto armado.
La mujer, cuya declaración como testigo figura en el sumario del 'caso Azud' al que ha tenido acceso elDiario.es, trabajó entre 1990 y 2014 en el despacho de Corbín y tiene una visión privilegiada de las labores del letrado de ultraderecha. Se incorporó a trabajar un año antes de que Rita Barberá inaugurara sus 24 ejercicios seguidos como alcaldesa y abandonó la firma doce meses antes de que la izquierda venciera al PP en las urnas, tras el estallido del 'caso Taula', una instrucción que ha detectado que Corbín cobraba un peaje de 150.000 euros a determinadas empresas que financiaban el PP para “intentar repartirse el mercado” de adjudicaciones.
Ana María M. M. explicó a los agentes de la UCO que “aunque ha trabajado todo este tiempo”, el letrado “nunca le ha dado de alta” en la Seguridad Social. El despacho del abogado, que comparte con Antonio Grass, le abonaba apenas 1.000 euros mensuales. La mujer también especificó que, a pesar de ostentar las “funciones típicas de una secretaria”, era el propio Corbín quien se encargaba personalmente de “materializar las facturas del despacho”. “En ocasiones le pedía que ella firmara las facturas”, agrega.
La firma de Corbín, que milagrosamente multiplicó por cinco su facturación (algo “difícil de explicar, según Hacienda), vivió una curiosa evolución a lo largo de su historia más reciente. ”Al principio“, relata la testigo, ”sus principales clientes eran traficantes de droga y clubs de alterne“ pero, a partir de 1995 (cuatro años después de que su cuñada accediera a la alcaldía y en la misma época en que un joven Eduardo Zaplana se hacía con la presidencia de la Generalitat Valenciana), ”comenzó a cambiar y empezó a dedicarse a asesorar a grandes empresas“.
La materia del cuñado de Rita Barberá era el derecho penal (“sobre todo en la época en la que llevaban temas relacionados con el tráfico de drogas y los clubs de alterne”) aunque del ámbito empresarial “desconoce que tuviese algún tipo de especialidad”.
La mujer recordaba que “se giraban facturas de forma periódica” a empresas como Secopsa y Cleop, investigadas en el 'caso Azud', y a Laterne, investigada en el 'caso Taula'. La secretaria de Corbín recordaba a tres empresarios: Carlos Turró, de Cleop; el presunto corruptor, Jaime Febrer (ambos investigados en esta causa) y al fallecido Vicente Saez Tormo, un personaje clave en la presunta financiación ilegal de las campañas municipales de Rita Barberá.
La declaración de la testigo también alude a la facturación con la empresa CYES Infraestructuras, aunque “no recuerda tampoco ningún tipo de trabajo o documentación” relacionada con la firma, cuyos responsables Felipe Almenar y Fernando Huet figuran como investigados en el 'caso Azud'.
Los empresarios del 'caso Azud' pagaban mejor que los narcos
Otro dato curioso es que cada cliente del despacho de Corbín contaba con una “carpeta física” aunque, precisamente en el caso de los tres empresarios reseñados, “muchas de estas carpetas estaban vacías”. La secretaria no vio, “salvo en alguna excepción puntual, documentación o informes relativos a estas empresas”. “Si hubiesen estado archivados en estas carpetas lo conocería”, apostilla la testigo. Las minutas de los empresarios eran “mucho mayores” que las de los narcotraficantes, a pesar de que las carpetas correspondientes a estos últimos “eran mucho más gruesas”.
Por el despacho, declara Ana María M. M., desfilaban el entonces vicealcalde Alfonso Grau —“en muchas ocasiones”—, que se habría embolsado dos millones de euros en mordidas; el edil popular Alfonso Novo (“con una menor incidencia”); y, “en alguna ocasión” Rita Barberá y la exconcejal, también investigada en el 'caso Taula' hasta su fallecimiento, María José Alcón, última esposa de Grau.