Denuncian “grave riesgo para la salud” de un interno en el CIE de València de 68 años con VIH y enfermedad de Chagas
G. L., un hombre de 68 años y nacionalidad boliviana, permanece encerrado en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores, en València, desde hace 24 días con un “grave riesgo para la salud”, según denuncian las ONG que ejercen tareas de acompañamiento a los internos. Este miércoles ha recibido la notificación de expulsión, prevista para el próximo 4 de diciembre.
El hombre, según un informe médico de un profesional que colabora con la campaña 'CIEs No', presenta “enfermedades infecciosas complejas” como la enfermedad de Chagas crónica y el VIH, ésta última diagnosticada en 2009.
El interno vive en Madrid, donde cuenta con familiares regularizados, y el informe médico ha sido remitido al juez de la capital que ordenó la expulsión (fue internado en València al estar el CIE de Aluche en obras). Paralelamente, la entidad 'CIEs No' pretende remitir el informe al director del recinto de Zapadores y al Defensor del Pueblo.
Aunque los responsables del CIE derivan al interno a un hospital de València, el médico especialista que controla su estado está adscrito al Hospital Ramón y Cajal de Madrid. “Es una cuestión médica que necesita profesionales muy especializados”, alega la campaña.
La coinfección “puede incluirse entre las complicaciones oportunistas en pacientes VIH”, reza el informe médico. El facultativo, especializado en Medicina Tropical, también indica que ambas patologías “potencialmente graves” requieren de controles analíticos y de otras pruebas complementarias “de manera frecuente”. Al hombre se le acabó la medicación para la enfermedad de Chagas “hace ya unos días”.
Cuando fue detenido en Madrid, a consecuencia de su situación irregular, “nadie se preocupó ni vio oportuno” que el hombre “pasara por su domicilio a recoger una medicación tan especial e imprescindible para su salud”, lamenta el informe.
“Discontinuidad” en el tratamiento
El médico se ha puesto en contacto con el Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal, que trata al paciente desde 2009, y considera que “lo más adecuado sería su puesta en libertad” para seguir con los controles y el tratamiento.
El ingreso en el CIE de València ha provocado, según el facultativo, una “discontinuidad” en el tratamiento que podría acarrear “serias consecuencias”, dado que el fármaco para tratar su enfermedad de Chagas cuenta con “problemas serios de acceso”.
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