La decisión de la dirección nacional de Ciudadanos de apartar al secretario de Organización en la Comunitat Valenciana (núnero dos del partido), Emilio Argüeso, y al coordinador de la provincia de Valencia Juan Córdoba se vivió en la prensa y el propio partido como una revolución del actual líder del partido Toni Cantó, máxime cuando se hizo in extremis la misma mañana en que se presentaron las listas. Fue una verdadera sorpresa.
La salida de Argüeso y Córdoba se vendió mediáticamente como una renuncia de los dos hombres fuertes para dedicarse a tareas del partido, pero una reunión de un proveedor del grupo parlamentario con un miembro del aparato de Albert Rivera días antes de presentar las listas fue lo que realmente propició su salida de las Corts Valencianes, mitigada con la promesa de que uno sería senador territorial y el otro diputado provincial.
Las cuentas del grupo parlamentario de Ciudadanos en el Parlamento valenciano han sido motivo de discrepancia durante toda la legislatura pasada. No pocas fricciones por este motivo tuvieron los portavoces, luego apartados, Carolina Punset y Alexis Marí. La cuenta corriente del grupo parlamentario en las Corts en la pasada legislatura estaba abierta en una oficina del Banco Popular de la madrileña calle Cedaceros de Madrid. Como autorizados, solo estaban Emilio Argüeso y José Manuel Villegas aunque el día a día y todos los pagos los realizaba el secretario de Organización valenciano. Ningún otro responsable de la formación en la Comunitat Valenciana tenía acceso a los extractos bancarios o conocía, más allá del pago de las nóminas, en qué se gastaba el dinero.
De hecho, pese a las constantes llamadas a la transparencia, Ciudadanos en las Corts Valencianes solo tiene colgadas las cuentas del grupo de 2016. Un documento más que somero en que es imposible conocer en qué se gasta el dinero y en el que existe una partida, “Gastos Entidades Vinculadas”, que recibe 191.000 euros. Emilio Argüeso, a preguntas de eldiario.es, explica que ese dinero es una transferencia económica para el partido. Sobre la opacidad en la rendición de cuentas, el secretario de Organización alega que ya ha presentado las cuentas de 2017 y que si no se han colgado es culpa de la Cámara valenciana. En breve, anuncia, presentará las de 2018.
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Argüeso reconoce que el proveedor que acudió a quejarse a Madrid, el empresario J.V. Aleixandre, trabajó con el grupo parlamentario “suministrando vinilos” durante la pasada legislatura. El propio secretario de Organización revela que en la actualidad “ya no trabaja”. Sobre el informe que el empresario entregó en Madrid, Argüeso defiende que “no tiene ningún fundamento”, por lo que “no hay nada que decir”.
Lo llamativo de esta historia de poder interno es que a la salida de Argüeso se sumó también la de Córdoba, su hombre fuerte. Fuentes que conocen el informe del proveedor aseguran que la no inclusión en las listas autonómicas también podría tener relación.
La gestión de las cuentas de Argüeso y su salida de las Corts Valencianes ha provocado que el nuevo grupo parlamentario ahora liderado por Toni Cantó vaya a tener una cuenta corriente diferente. Fuentes del Parlamento valenciano explican que los nuevos responsables del grupo han pedido un certificado de las Corts para acreditar a los nuevos responsables. De esta manera, ya podrán acudir a una entidad bancaria a abrir una cuenta corriente diferente donde se ingrese la subvención de la Cámara valenciana. El propio Argüeso confirma que los nuevos dirigentes han abierto una nueva en la que él ya no está como autorizado.
La opacidad de los grupos parlamentario de las Corts Valencianes es una de las preocupaciones de su presidente, Enric Morera, aunque el secretario de Organización naranja le culpa del descontrol por no pedir más información. Este diario ya contó los sobresueldos que cobraba la cúpula del PP que son imposibles de conocer por la manera en que se presentan las cuentas. Los mismo pasa con los problemas con el proveedor de Ciudadanos, ni un rastro de las facturas por los servicios prestados.