23 días de encierro. Decenas de padres de alumnos del colegio público Ciutat de Cremona de Alaquàs (Valencia, 30.000 habitantes) se están acostumbrando a pernoctar fuera de sus casas. Lo hacen, pertrechados con mantas, sacos de dormir y todo tipo de enseres personales, en la escuela de sus hijos, una de las 6 condenadas al cierre por la Generalitat.
El Ciutat de Cremona no tendrá nuevos alumnos de infantil el año que viene. El gobierno que cerraba Ràdio Televisió Valenciana para no cerrar colegios así lo ha decidido. Asegura que hay plazas en otros centros de Alaquàs y que, las proyecciones demográficas, aconsejan dejar sin uso esta escuela, plagada de barracones.
Los padres, apoyados por los sindicatos y la oposición, no se resignan. Llevan casi un mes levantados contra una decisión “que van contra la escuela pública”, deja sin un colegio al municipio y perjudica a muchas familias, sobre todo a las 30 con hijos en el Cremona cuyos hermanos pequeños, aún por escolarizar, tendrán que ir a otros centros.
Por ello, la plataforma Tots som Cremona lleva semanas programando actividades de todo tipo. Asistencia a manifestaciones, visitas a las Corts Valencianes en busca de soluciones, creación de una falla reivindicativa. De momento, la consellera de Educación, María José Català, no rectifica, pero los apoyos se multiplican.
La número 1 del PSOE para las próximas elecciones europeas, Elena Valenciana, visitó el Cremona. Toni Cantó puso como ejemplo de la gestión del PP los barracones del colegio y varios líderes sindicales se han acercado a Alaquàs para alentar la lucha de los padres, que ha merecido reportajes en televisiones como La Sexta.
Además del Cremona, otros cinco colegios están amenazados con el cierre a medio plazo: Santa Quitèria (Almassora); San Fernando (Valencia); Josep Camarena (Gandia); Torre de les Maçanes (Torre de les Maçanes) y Cases del Senyor (Monòver). Mientras, la Generalitat cede suelo público para la construcción de centros concertados.