Al síndico socialista en las Corts Valencianes, Manolo Mata, le queda menos de una semana en su puesto. El próximo viernes, el día después de la sesión de control en el Parlamento autonómico, Mata dejará el escaño que ha ocupado desde hace siete años como portavoz de los socialistas valencianos para centrarse en el despacho que comparte con su mujer y, singularmente, en la polémica defensa penal de su cliente, el empresario Jaime Febrer en el marco del 'caso Azud'. El letrado abandona así la primera línea política tras haber sido designado por Ximo Puig para un puesto clave como portavoz parlamentario desde el inicio de la era del Pacte del Botànic.
El político socialista mantiene, eso sí, su condición de vicesecretario en la Ejecutiva del PSPV-PSOE. La insólita situación —portavoz parlamentario y abogado de la defensa de uno de los principales investigados en la marcocausa de corrupción investigada en el 'caso Azud'— era insostenible y la presión esta semana tras el levantamiento del secreto del sumario, tanto mediática como de la oposición, ha ido creciendo hasta forzar la salida de Manolo Mata de la cámara autonómica, en la que ha sido un puntal clave del PSPV-PSOE y del Pacte del Botànic.
El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, al que Mata comunicó este viernes su decisión irrevocable de volver a lucir la toga como ocupación laboral principal, pierde así un peso pesado en el frente parlamentario. La cámara autonómica también pierde un parlamentario con una enorme capacidad de negociación y una labia legendaria.
Con una comisión de investigación pendiente en la cámara autonómica sobre una macrocausa que afecta de lleno a su partido y a su cliente, Mata se había colocado en una situación inédita y delicada. Con su dimisión, Ximo Puig pierde también a su principal agente destinado en el frente parlamentario, donde el político y abogado se ha encargado de las siempre complejas negociaciones políticas entre los socios del Pacte del Botànic.
Con su anunciada dimisión, se cumple así lo dicho por el hasta ahora síndico socialista en su explosiva comparecencia para explicar su decisión de aceptar la defensa penal del empresario Jaime Febrer, uno de los principales investigados en el 'caso Azud'. El pasado 30 de junio, en una rueda de prensa que dejó perplejos a propios y extraños, Manolo Mata dijo: “Si algún día en la balanza tengo que elegir entre ser una cosa u otra, seguramente elegiré ser abogado”. Y así ha sido.