“Las dinámicas de desigualdad educativa y segregación escolar impiden la posibilidad de una educación pública de calidad”

“Las dinámicas de desigualdad educativa y segregación escolar impiden la posibilidad de una educación pública de calidad y dificultan la participación democrática de los agentes escolares”, al tiempo que “añaden más obstáculos a cualquier futuro orientado hacia la equidad, la cohesión y la sostenibilidad en el conjunto de la sociedad valenciana”.

Una investigación analiza el mapa escolar en la ciudad de València y destapa la existencia de diferentes conflictos, como la confrontación entre la libertad de elección de las familias y el derecho a la equidad educativa; la confrontación entre la titularidad pública y la titularidad privada de los centros concertados; y entre dos modelos de zonificación escolar a la hora de elegir centro educativo, el 'distrito único' y el criterio de proximidad.

El pasado miércoles se presentaba en València el libro 'La reproducción de las desigualdades sociales en el sistema educativo. El Mapa escolar de Valencia: políticas de zonificación, libertad de elección y segregación escolar', una publicación de la Universitat de València (UV) que recoge los resultados del proyecto interdisciplinar de investigación 'Mapa Escolar de Valencia' en el que participaron diversos investigadores adscritos a las facultades de Ciencias Sociales, Economía, Pedagogía, Geografía y Magisterio de la UV, así como de las Universidades Complutense y Autónoma de Madrid, Pablo de Olavide de Sevilla, de Castilla-La Mancha, La Coruña y la Autónoma de Barcelona.

Entre las conclusiones de este estudio, se desprende que el derecho de las familias a la libre elección de centro educativo tiene una “estrecha relación” con la segregación escolar en la sociedad española o entre la familia, la escuela y el cierre social, que “constatan como la ideología 'meritocrática' conduce a los privilegiados a pensar que sus privilegios son consecuencia de sus méritos, y a determinadas familias a exigir que el Estado les subvencione unas escuelas preservadas de la contaminación de los inferiores”, tal y como explica José Manuel Rodríguez Victoriano, director de la investigación.

Sobre la segregación escolar y su papel en la educación pública española, el estudio sostiene que el aspecto que más contribuye a su situación es la “doble red escolar financiada con diento público”. En este sentido, explican que las escuelas concertadas favorecen de forma determinante la segregación del alumnado, tanto por nivel socioeconómico como por origen nacional o género. Además, en el libro se explica que las motivaciones políticas, sociales e ideológicas “han excluido la lucha contra la segregación de la agenda política” -el libro incluye propuestas contra esta práctica-, y se analizan las principales iniciativas desarrolladas contra esta práctica y los ámbitos de política educativa que deben abordarse para enfrentarla.

El gasto público en educación

Uno de los aspectos que analiza la investigación, y por tanto el libro, es la distribución del gasto público en educación en la Comunitat Valenciana entre 2007 y 2019. En este sentido, se destinaron “menos recursos materiales que hace un decenio a la educación” y la distribución del gasto público total entre centros públicos y privados ha sido “desigual”, alterada “en favor” de los últimos.

De igual modo, reseñan que los gobiernos municipales con políticas educativas conservadoras, como fue el PP durante casi cinco lustros en València, “desactivan las dinámicas de participación de los representantes de la comunidad escolar en el consejo escolar municipal”, o que el mapa escolar público en la ciudad “ha estado tradicionalmente subordinado a la oferta de titularidad privada y, en consecuencia, ha condicionado las estrategias escolares de las familias”.

Otra de las conclusiones que se extraen del estudio es que, desde el punto de vista de la admisión del alumnado “no existe ninguna razón objetiva que justifique el 'distrito único' en la ciudad”, o que las escuelas valencianas “no están favoreciendo la inclusión de las diferencias” por los índices de segregación existentes, por lo que los autores creen necesario “implementar otras políticas educativas”.

Al respecto de la zonificación, el estudio revela que la fórmula del 'distrito único' se asocia con los intereses de los centros privados subvencionados y de “determinados sectores de clases medias y medias-altas que, al poseer recursos económicos suficientes tratan de garantizar el 'éxito escolar' y la movilidad ascendente de sus hijos, eligiendo unos colegios que les permitan distanciarse y diferenciarse de los sectores sociales más desfavorecidos económica y culturalmente”. “Las políticas de zonificación escolar basadas en la proximidad se asocian a la equidad educativa y a la mejora y dignificación de los centros de titularidad pública”, sentencian.

Obstáculos a la investigación

Rodríguez Victoriano describe el contexto de esta investigación como “extraordinario” debido a que hubo actores educativos “con fuertes intereses económicos en el negocio de la enseñanza”, así como los sectores “más conservadores de la concertada religiosa”, que “trataron de impedir” que la realización de este estudio. Así, denuncia que sufrieron una “sofisticada estrategia” de persecución política “a través del Partido Popular”, con la judicialización del convenio suscrito entre la Universitat de València y el Ayuntamiento de la capital, además de una denuncia al investigador principal del estudio y una campaña de “criminalización mediática”: “El proceso fue muy interesante y novedoso y decimos incluir su investigación en nuestra investigación”, concretamente en la última parte del libro, tal y como relata Rodríguez Victoriano, que lo define como una estrategia de “noticias falsas” basada en la “desinformación”, la “difamación” y la “calumnia”.