Javier Moliner abandona la presidencia de la Diputación de Castellón que el PP ha controlado durante los últimos 24 años

En la sesión de este martes del pleno de la Diputación de Castellón se ha asistido a una despedida doble. Por una parte, tras las elecciones locales del 26 mayo, la institución dejará de estar controlada por un Partido Popular que ha ejercido su monopolio provincial durante los últimos 24 años y pasará a manos del PSPV –que ha logrado 12 diputados y podrá  gobernar la institución provincial con el apoyo de los dos diputados de Compromís-. Además, ha sido también la última sesión presidida por Javier Moliner, que ha ostentado el cargo durante los últimos ocho años y que dice adiós a la política.

Al comienzo de la sesión, Moliner felicitaba a los ganadores de las elecciones municipales y daba la enhorabuena al PSPV, fuerza mayoritaria en la provincia de Castellón, a quien ahora corresponde la dirección de la Diputación. Santi Pérez, portavoz de los socialistas, agradecía la labor llevada a cabo por Moliner durante los últimos años y ponía en valor la gestión del ex presidente con “aquello que había heredado”, en alusión a los escándalos de Carlos Fabra, y el talante en su trato con los ayuntamientos. “Señor presidente, usted ha hecho mejoras al frente de la diputación, lo reconocemos desde la oposición”, afirmaba Pérez. La buena sintonía con los grupos, que alaban la cordialidad que ha presidido los últimos años en la Diputación, ponen de manifiesto el logro de Moliner a la hora transformar el tradicional “autoritarismo” de Fabra.

La marcha de Moliner coincide con uno de los peores momentos electorales del Partido Popular en la provincia de Castellón, donde pasa a ser segunda fuerza con un 29,45% de los votos. La carrera política del ex presidente -que no ha formado parte durante estos comicios de ninguna candidatura de su partido- comenzó en 2005 de la mano de Carlos Fabra, cuando ocupó la concejalía de Urbanismo en el Ayuntamiento de la capital de la Plana. Posteriormente pasaría a ser vicealcalde en 2007, dando el salto a la presidencia de la Diputación como sucesor de Carlos Fabra –que había puesto y dispuesto al frente del órgano provincial durante los últimos 16 años-. En 2012, además, sería elegido presidente provincial del Partido Popular.

La carrera política de Javier Moliner ha trascurrido paralela a los años de la total hegemonía del Partido Popular en la provincia de Castellón. Si bien son estos también los años de Carlos Fabra -en la actualidad olvidado por muchos en el partido-, Moliner supo mantener las distancias con los elementos más próximos a Fabra durante sus años en el partido y en la Diputación, aunque nunca ha escondido su relación con el ex presidente. Tras el estallido de los numerosos escándalos por corrupción en la provincia, Moliner puso en marcha un proceso de “renovación” de los sectores más fabristas, que, sin embargo, no ha conseguido parar la sangría de votos de los populares.