“Venimos de una realidad que entendía que la causa de exlusión de las personas con discapacidad era su propia discapacidad, si la persona no podía subir al metro, era un problema de la persona; sin embargo las leyes han avanzado y ahora reconocer que la exlusión o la inclusión dependen de que hagamos entornos inclusivos, aunque ello implique modificar nuestra forma habitual de hacer las cosas”.
Así se ha pronunciado este jueves Luis Vañó, portavoz del Comité español de representantes de personas con discapacidad (Cermi), durante la presentación del Plan de Accesibilidad de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) que ha presidido la consellera de Vertebración, María José Salvador.
En este sentido, Salvador ha explicado que el Plan es “un compromiso prioritario para la Conselleria en el que venimos trabajando hace mucho tiempo y que se tiene que hacer conjuntamente con los colectivos de discapacitados”.
La consellera ha comentado que tanto el tranvía como el metro de València, así como el tranvía y el TRAM de Alicante, son accesibles físicamente al 99% y al 100% respectivamente.
Sin embargo, “no es la accesibilidad física el único reto que tenemos, sino la accesibilidad universal, que cualquier persona pueda accedir en condiciones de igualdad, de autonomía plena y de seguridad a la red de metro”.
Para ello, se completará la red de plataformas en las estaciones que permite eliminar la separación entre los andenes y los trenes, y se incluirán elementos de accesibilidad en la web, las aplicaciones móviles y las máquinas expendedoras.
Además, se reforzarán los mensajes locutados en trenes y estaciones, se incluirán asientos reservados en los convoyes y se eliminarán los plegables para que haya más espacio para las sillas de ruedas.
Para realizar todas estas acciones, se habilitará una partida presupuestaria anual, que de cara a 2018 será de 1 millón de euros.