Entidades sociales y cívicas han sacado este viernes 'tarjeta roja' al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, en una acción de protesta que ha reunido en la plaza de la Virgen de Valencia a cinco columnas procedentes de diversos puntos con una misma reivindicación: la dimisión del jefe del Consell, la convocatoria de elecciones anticipadas y un cambio en las políticas que se impulsan desde el Gobierno valenciano.
Sobre las 18 horas, organizados temáticamente por sectores como la cultura y la información, la ganadería, la educación, la sanidad, las políticas sociales, el movimiento feminista o dependientes, partían los manifestantes rumbo a la plaza de la Virgen, donde han mostrado sus tarjetas rojas como símbolo contra la política de Fabra.
Los asistentes han coreado lemas como 'Mucha corbata y muy poca vergüenza', 'Fabra dimisión' y 'Fuera', y han mostrado pancartas en las que se leían consignas como 'No queremos un ninot de presidente' y 'Fabra y Rita dimisión y los corruptos a prisión'.
Entre la treintena de entidades y organizaciones presentes se encontraban el comité de empresa de Radio Televisión Valenciana (RTVV), Acció Cultural de País Valencià (ACPV), Ca Revolta, la Unió de Llauradors i Ramaders o la Federación de Padres y Madres de Alumnos (FAPA) o la Asociación de Víctimas del Metro del 3 de Julio (AVM3J), además de partidos políticos de la oposición.
Recuperar el “tiempo perdido”
A su llegada a la plaza de la Virgen han procedido a la lectura del manifiesto, con el que se han pedido elecciones anticipadas “para avanzar soluciones, recuperar el tiempo perdido, aportar confianza y poner las bases para una recuperación económica, política y moral de la sociedad valenciana”. Así, las organizaciones han reivindicado “aire fresco en las Instituciones, gente dispuesta a trabajar con ilusión en favor de los intereses colectivos”.
En esta línea, han alertado de situaciones como el “aumento devastador del paro, la atonía económica, el cierre de empresas, la desindustrialización, el abandono del campo, la deriva autoritaria de unos gobernantes que no escuchan ni dialogan, las actitudes irresponsables que ponen en peligro las Instituciones Autonómicas, la privatización de los servicios públicos, la venta a precio de salgo de nuestro patrimonio, la destrucción de nuestra Radio-Televisión”.
Gestión “megalómana y fracasada”
Los manifestantes han calificado la gestión del Gobierno del Partido Popular de “megalómana y fracasada”, que “tiene nombres y apellidos” y que ha “ensuciado la imagen de la Comunitat”, convertida en “tierra de saqueo”.
Otra circunstancia que han resaltado ha sido “el brutal déficit estructural de la financiación, escandalosamente lesiva para los intereses valencianos”. En este sentido, han denunciado que los compromisos de la Generalitat en sanidad, enseñanza, servicios sociales, administraciones locales, infraestructuras, justicia, investigación, políticas de igualdad entre hombres y mujeres y pago a proveedores “están sometidos a una tensión extrema que perjudica gravemente la recuperación económica y el bienestar de la población”.
“Juego sucio”
La vicepresidenta de Valencians pel Canvi -una de las organizaciones convocantes de la marcha-, Rosa Solbes, ha apuntado que la tarjeta roja “se saca en el campo de juego cuando alguien juega mal o juega sucio”, tal y como considera que está haciéndolo el Gobierno de Fabra y del PP “desde hace muchísimo tiempo”, para añadir que “ya va siendo hora de que se enteren de que la sociedad civil valenciana organizada, la de verdad, la que no está subvencionada, lo que quiere es pronunciarse en las urnas”.
Solbes ha precisado que este acto es “totalmente democrático” para pedir que se pueda “votar ya, lo antes posible. Lo que el pueblo valenciano piensa lo sabremos en las urnas, pero si no nos convocan no lo podremos averiguar”.
Asimismo, la responsable de la Mujer de CCOO PV y militante del movimiento feminista, Cándida Barroso, ha señalado que esta concentración es un “acto simbólico” por la “falta grave” que ha cometido el Gobierno valenciano y el Gobierno de la nación.
“Está fallando estrepitosamente y la ciudadanía está harta, con tanta pobreza, tanta corrupción, tanto debilitamiento de los servicios públicos, tanta agresión a las mujeres, tanta falta de respeto a la gente pequeña, a la gente enferma, a la gente de la discapacidad”, ha criticado.
Por su parte, el presidente de Escola Valenciana, Vicent Moreno, ha lamentado que las medidas impulsadas por la Generalitat en cuanto a recortes en educación y el arreglo escolar han supuesto un “ataque directo” a la escuela pública y en valenciano, así como una “derivación de alumnado para la concertada. Sobre dinero, no entramos en detalles, porque hay dinero para muchas cosas, y la educación y la sanidad no deberían tocarse para nada”, ha asegurado.
Copago “genocida”
El miembro de la Coordinadora de Discapacidad y Dependencia Marco Fornés ha explicado que la marea naranja por la discapacidad reclama “que no se recorte” a este sector, ya que en los centros “se les está obligando a los usuarios a pagar un copago que es genocida, que los está devolviendo a sus casas, y están sin cobrar las ayudas desde hace meses”.
Para Fornés, la solución no solamente pasa por convocar elecciones, sino que “hay que transformar toda la sociedad desde la base”, si bien ha estimado que las elecciones permitirían la entrada de otros grupos políticos que “desde luego lo van a hacer mucho mejor, porque es imposible hacerlo peor que Fabra”.
Los dependientes, en la Basílica
En el marco de esta acción conjunta de protesta, un grupo de unos 15 dependientes ha accedido sobre las 19 horas a la Basílica de Valencia para llevar a cabo un encierro con el que pretenden “pedir amparo a la Iglesia, ya que este Gobierno no hace caso”.
Su portavoz, Elvira Murcia, ha explicado que su intención es permanecer allí hasta que les echen y que dejarán una carta dirigida al arzobispo, monseñor Carlos Osoro, para pedirle que se acerque a escucharles.