Siempre me ha fascinado por qué algunas cosas triunfan y otras no. Por qué un comercio exitoso está justo al lado de un local en el que nada arraiga; por qué un profesional destaca donde otro, de idénticas cualidades, no consigue llamar la atención. Por qué es ése vídeo musical y no otro, que era calcado, el se vuelve viral; por qué un tuit que parecía destinado a romper Twitter se queda en humo. El Mercado de Colón era uno de esos sitios en el que algo fallaba y no estaba muy claro qué: bonito, singular, céntrico, rodeado de calles comerciales y ubicado en un barrio en el que salir a cenar o tomar algo no es una excepción sino la norma. ¿Qué pasaba?
Algo no funcionaba, sin duda, pero desde que aterrizó Ricard Camarena allí todo ha ido cambiando. Y ahora resulta que, si bajamos por las escaleras mecánicas, nos damos cuenta de que Colón sí llegó a Asia; si no el mercader, al menos sí el mercado.
Ma Khin Café
Steve Anderson es un tipo peculiar, cuya piel supura el entusiasmo de quien se dedica a algo distinto de lo que estudió: no estaría haciéndolo si no le apasionase. Después de montar una propuesta tan exitosa como Seu Xerea, se atreve con un proyecto aún más atrevido: un local a caballo entre la tienda, el restaurante y la cafetería, con una carta marcadamente asiática y menos concesiones a la fusión. Y es que por algo se llama Ma Khin, un homenaje a su bisabuela birmana.
¿Y qué tal se come? Bien (spoiler: disfrutarás más si te gusta el coco y las especias omnipresentes), aunque es el propio Anderson el primero en reconocer que aún están en fase de rodaje, y que hay muchas cosas por ajustar. Parte de la culpa quizás la tiene el descomunal éxito cosechado desde su reciente apertura, que mantiene el local permanentemente lleno y no deja tiempo para otra cosa que no sea trabajar a destajo en los fogones. Hay carta, un menú de 15 € y otro de tapas de 25 €, quizás este último el más adecuado para probar la primera vez. Buenas (y diferentes croquetas), gyozas (empanadillas de carne) algo decepcionantes, correcto satay (una especie de pincho moruno) de pollo, muy suaves las sopas, el curry de pescado y la carrillada, tiernísima. La carta de vinos, aunque no es muy larga, está bien pensada.
La gran virtud del Ma Khin Café es que apetecen todos los platos, y el reto que tiene por delante Anderson es que, cuando lleguen a la mesa, no miremos otra vez la carta o la mesa de al lado. De momento aún es difícil, pero seguro que lo conseguirá. Y un buen detalle: utilizan y sirven Lágrima, el maravilloso aceite de la Cooperativa de Viver.
Mercado Colón
C/ Jorge Juan 19. 46004
+34 963 528 132
Momiji
Fui hace ya tiempo al primer Momiji: un pequeño rincón del Mercado de Colón en lo que antes era “Ostras Martín y Mary”. Allí, pese al constreñimiento y el espacio desangelado, Diego Laso y Óscar Alcañiz conseguían ofrecer una cocina japonesa muy estimable. Ahora, por fin, disponen de un espacio acorde, la que es a día de hoy la mejor y más auténtica barra de sushi de la ciudad. También, gracias a la reforma, tienen mesas cómodas y pueden atender a muchos más clientes a la vez, por lo que han aumentado el equipo.
Y la cocina del Momiji, en vez de abrazar fusiones y doblegarse ante el cruel yugo del california roll, ha redoblado su apuesta por la tradición. Ofrece sushi de altísima calidad, con un producto de primera, pero también destellos de la cocina Kaiseki que son muy difíciles de encontrar fuera de Japón. Preparan la mejor anguila de Valencia –sin discusión posible- y un sashimi de corte impecable, con los pescados cuidadosamente escogidos (¡qué chÅ«toro!) y magníficamente tratados (como el salmón). El tataki de bonito es soberbio, el uramaki de atún picante muy equilibrado (aunque pica poco) y los nigiri un monumento al clasicismo nipón, con un arroz de consistencia, apelmazamiento y dulzor idóneos que no encontrareis en ningún buffé asiático.
Si siempre os ha picado la curiosidad por el sushi, huid de sitios fashion llenos de muebles rosa y queso Philadelphia y acercaos al Momiji. Allí encontraréis autenticidad, un pedazo de Japón, un ambiente distinto y uno de los mejores cortes de pescado de España.
Mercado Colón
C/ Jorge Juan 19. 46004
+34 960 709 175
Siempre me ha fascinado por qué algunas cosas triunfan y otras no. Por qué un comercio exitoso está justo al lado de un local en el que nada arraiga; por qué un profesional destaca donde otro, de idénticas cualidades, no consigue llamar la atención. Por qué es ése vídeo musical y no otro, que era calcado, el se vuelve viral; por qué un tuit que parecía destinado a romper Twitter se queda en humo. El Mercado de Colón era uno de esos sitios en el que algo fallaba y no estaba muy claro qué: bonito, singular, céntrico, rodeado de calles comerciales y ubicado en un barrio en el que salir a cenar o tomar algo no es una excepción sino la norma. ¿Qué pasaba?
Algo no funcionaba, sin duda, pero desde que aterrizó Ricard Camarena allí todo ha ido cambiando. Y ahora resulta que, si bajamos por las escaleras mecánicas, nos damos cuenta de que Colón sí llegó a Asia; si no el mercader, al menos sí el mercado.