Se avecinan fechas en las que el vino es protagonista: bien en forma de descorches que se llevan esperando todo el año, bien en forma de familiar quisquilloso que si no bebe su Rioja ya mirará la botella con recelo. El vino siempre se ha prestado a esnobismos, a ser el atril desde el cual ensayar poses de cara a la galería; ha sido demasiadas veces materia maleable para dárselas de entendido.
Por eso son tan de agradecer los locales y tiendas que apuestan por la transmisión horizontal de conocimientos, que exploran la vertiente didáctica del vino. Aquellos sitios en los que palpas el entusiasmo por lo que atesoran sus estanterías, en los que, de alguna forma, percibes que te están explicando el vino, no tan sólo vendiéndotelo. Navarro Bodeguero es uno de ellos.
Abierto desde hace más de cuatro décadas, es un negocio familiar que se ha consolidado al margen de modas, mercados gourmet, blogs y entendidos de fin de semana. A Navarro Bodeguero hay que ir desnudo, verde, para que lo maduren y luego lo vendimien a uno. Yo sé poco de vinos: me queda muchísimo por aprender, y me encantaría saber más, pero de momento esto es lo que hay. Eso sí: sé lo que me gusta, y un buen vendedor lo que hace es leer al cliente y entender qué es lo que quiere, aunque aquél no lo sepa explicar. Así que no tengáis miedo a no saber especificar por qué os gusta tanto el Bilogía, el CerroGallina, o el Cullerot: David os aconsejará sobre qué vino se ajusta más a vuestros gustos.
Navarro Bodeguero es una tienda grande, con centenares de referencias y una de las mejores selecciones de la ciudad en vinos producidos en territorio valenciano (a precios sensiblemente inferiores que en comercios más céntricos o en conocidas grandes superficies). Además de vinos, encontraréis whisky (también japoneses, que vale la pena probar), multitud de licores de todo color y condición, aceites, cervezas y, en invierno, panettone y jamón.
Y no, esto no es un publirreportaje, como no lo es ninguno de los posts que veréis en este blog. La idea de este espacio es recomendar sitios a los cuales aconsejaría ir a mis amigos, y eso es justamente lo que hago en estas líneas. Esto no es otra cosa que una recomendación para los que queréis dejar de comprar vino en pasadizos de supermercados, que no son sino un buffé impersonal y anodino de botellas, y no sabéis dónde empezar. Para los que, como yo, os sentís desamparados ante las mil opciones donde escoger, ante el maremágnum de etiquetas modernas, clásicas y rancias, ante un mundo que nos han hecho pensar que es sólo para entendidos cuando en realidad lo construimos nosotros a golpe de sorbos y botellas vacías. Porque sin una copa en nuestra mano, ni las bodegas, ni las guías ni los gurús son nada: son sólo humo (de roble francés, por supuesto).
Navarro Bodeguero
Cardenal Benlloch, 100, Valencia
tlf: +34 963 694 439
Se avecinan fechas en las que el vino es protagonista: bien en forma de descorches que se llevan esperando todo el año, bien en forma de familiar quisquilloso que si no bebe su Rioja ya mirará la botella con recelo. El vino siempre se ha prestado a esnobismos, a ser el atril desde el cual ensayar poses de cara a la galería; ha sido demasiadas veces materia maleable para dárselas de entendido.
Por eso son tan de agradecer los locales y tiendas que apuestan por la transmisión horizontal de conocimientos, que exploran la vertiente didáctica del vino. Aquellos sitios en los que palpas el entusiasmo por lo que atesoran sus estanterías, en los que, de alguna forma, percibes que te están explicando el vino, no tan sólo vendiéndotelo. Navarro Bodeguero es uno de ellos.