Podemos investiga un posible caso de pucherazo en las primarias para elegir al líder de la formación morada en Valencia. La secretaría de Organización, departamento coordinado de Pablo Echenique, detecta “graves irregularidades” en el proceso electoral y ha iniciado una auditoria con la dirección autonómica para subsanarlas.
Las votaciones finalizaron el lunes 18 de junio y los resultados tendrían que haberse conocido el 21 de junio, como sucedió en el resto de municipios. La dirección autonómica ha venido guardando silencio sobre el tema, asegurando que era un proceso “normal” y apelando a la tranquilidad porque se estaban haciendo “comprobaciones extra”. Ocho días para contar unos 1.200 votos. En Valencia optaban a liderar la formación el actual secretario general, Jaime Paulino, el diputado provincial y concejal Berto Jaramillo y Consuelo Poveda, activista del Frente Cívico.
“Se han detectado irregularidades importantes y se ha iniciado una auditoria con la participación de la dirección autonómica para llegar al fondo del asunto. Es un procedimiento perfectamente reglado y que garantiza la seguridad de las votaciones de Podemos”, explican fuentes de la dirección estatal a eldiario.es. Todas las consultas de la formación morada pasan por un protocolo antifraude, confirman fuentes de la formación, que consideran este caso muy extraño.
Después de leer la información publicada por este diario, desde la secretaría de Organización autonómica ha emitido un comunicado en el que confirma que la empresa que gestiona el sistema de votación ha encontrado irregularidades en el proceso. “Este tipo de procesos son frecuentes durante las votaciones de Podemos, lo cual demuestra la seguridad del sistema de votación, en estas mismas Asambleas Ciudadanas se han detectado algunas anomalías también en otras ciudades. En la mayoría de los casos estas anomalías se han resuelto favorablemente y, a pesar de retrasar el proceso de recuento, no han complicado la resolución final de las votaciones”, considera la formación morada.
La fase previa a la elección ya tuvo varios problemas, en especial para el candidato Jaramillo. Su candidatura fue invalidada y vuelta a validar en apenas 24 horas por una denuncia que llegó al Comité Electoral y desestimó el Comité de Garantías.
La dirección autonómica ya investigó un caso similiar en las primarias de Alicante en 2015. La dirección abrió un expediente al entonces líder, Jesús Bustos, por hinchar los censos.