La Cámara de Comercio de València augura para 2020 una desaceleración aunque “de forma muy moderada” en la economía valenciana, según se recoge en su informe de coyuntura de la economía valenciana 2019 y las perspectivas 2020.
Así, sostiene, atendiendo a las perspectivas regionales de las diferentes instituciones que la senda de desaceleración se reanudará durante el próximo ejercicio. La entidad señala, no obstante, que la economía de la Comunitat Valenciana podría crecer en torno al 1,5 y 2% pero “ligeramente por debajo de la media española”.
Cámara de Comercio apunta en su documento “a pesar de que a principios de año las expectativas apuntaban una desaceleración del crecimiento económico valenciano en 2019, los diversos indicadores muestran una estabilidad del mismo, entorno al 2 por ciento”, una tasa “similar a la registrada en 2018” cuando “la economía valenciana sí que registró una moderación más intensa de su dinamismo”.
Por lo que se refiere a las perspectivas de 2020, el organismo explica que “algunos de los factores del entorno económico persisten y ponen en riesgo el crecimiento valenciano”. A este respecto, cita “la consecución del Brexit” y apunta que “con toda probabilidad Reino Unido aprobará la salida el 31 de enero de 2020” de la Unión Europea “si bien el período de transición durará (en teoría) hasta final de año”.
De este modo, considera que esa situación “tendrá sus efectos tanto a nivel comercial como turístico en la Comunitat Valenciana” aunque añade que “se espera, no obstante, que el aumento del turismo nacional actúe de soporte de la actividad turística”.
Igualmente, Cámara de Comercio cita entre esos factores “las tensiones proteccionistas de Estados Unidos con China y la Unión Europea”, que “probablemente se prolonguen a medio y largo plazo” y generen “incertidumbre añadida sobre el sector exportador valenciano”. En esta línea, el informe dice también que “la inestabilidad política y social de algunas zonas como Latinoamérica, Oriente Medio u Hong Kong, limita el potencial expansivo hacia nuevos mercados”.
Por otro lado, apunta a “la desaceleración estructural de la economía china y el estancamiento de la economía europea”, que “ponen de manifiesto el progresivo agotamiento de las grandes áreas económicas”. En este punto, afirma que de esa tendencia “se salva la economía estadounidense, que sigue mostrando un notable dinamismo”.
En el ámbito nacional, la Cámara de Comercio ve “el entorno político complejo y las tensiones en Cataluña” como “factores que pueden incidir negativamente en el dinamismo económico regional”. Del mismo modo, recoge que “la imposibilidad de cumplir los objetivos de déficit público en 2019, tanto autonómico como nacional, podría implicar ajustes adicionales en los gastos en 2020 y un aumento de la presión fiscal, incidiendo negativamente en la actividad económica”.
Sin embargo, resalta que en 2020 persistirán “factores globales positivos” que servirán “de base para la continuidad del crecimiento en los próximos meses” y cita la ausencia de presiones inflacionarias, el estancamiento económico que presiona al Banco Central Europeo a mantener un entorno de tipos bajos -sin subidas esperadas hasta diciembre de 2020- y “los últimos datos económicos de Alemania y Francia” que “son positivos y permiten esperar que la caída de sus tasas de crecimiento haya tocado suelo en los últimos meses de 2019 y se inicie una senda de reactivación”.
Signos de desaceleración
Por lo que respecta a las perspectivas para la economía valenciana, el informe de Cámara de Comercio expone que en 2020 muestran signos de desaceleración. A este respecto, indica que “el motor del crecimiento seguirá siendo la demanda interna, tanto de consumo como de inversión”.
“La continuidad de la creación de empleo mantendrá la confianza del consumidor. Aun así, las encuestas realizadas apuntan un ritmo de crecimiento más moderado que en 2019, por el progresivo agotamiento del impulso generado por factores como los bajos tipos de interés, la reducción del precio de petróleo o el aumento del SMI”, agrega en este ámbito.
Igualmente, Cámara de Comercio sostiene que “la precariedad laboral o el elevado paro juvenil son aspectos que inciden en otros ámbitos como el acceso a la vivienda” y asegura que “de ahí la caída de las transacciones inmobiliarias en 2019 y las expectativas de un menor dinamismo de la construcción en inmuebles en 2020, como consecuencia de una menor demanda de viviendas y de la incertidumbre que genera los cambios legislativos en el sector”.
Por el contrario, resalta que “el dinamismo turístico en la Comunitat Valenciana podría impulsar la inversión en construcción en este ámbito, sobre todo, en las provincias de Valencia y Castellón”. En cuanto a la aportación del comercio exterior al crecimiento del PIB regional, el informe recoge que “se verá condicionada por la incertidumbre que sobre el sector exportador valenciano tenga la incertidumbre generada por Brexit, las tensiones comerciales y el sector automotriz y con qué intensidad se vea afectado”.
Ritmo estable en 2019
Por lo que respecta al crecimiento en 2019, Cámara de Comercio señala que a falta de computar el último trimestre de 2019, según las estimaciones trimestrales de la Autoridad Independiente de responsabilidad Fiscal (Airef), la economía valenciana ha crecido a un ritmo estable del 2,1 por ciento, una tasa similar a la de la economía española.
El informe agrega que este dinamismo ha permitido seguir generando empleo y converger hacia la media europea (al crecer el PIB de la Eurozona un 1,2%). El crecimiento de la Comunitat en 2019 se ha visto reflejado en el mercado laboral, que ha seguido su mejoría aunque “a un ritmo menos intenso que en 2018”. Además, detalla que los mercados no europeos han impulsado las exportaciones valencianas, que ha habido un aumento del tráfico marítimo por la diversificación de mercados y que la actividad industrial valenciana en 2019 registró una recuperación tras el estancamiento del año anterior.