El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha cifrado en 700 millones de euros el impacto del aplazamiento de las Fallas en València y en el turismo. Así lo ha asegurado en la Cadena SER, donde también ha hablado del “impacto emocional” de esta decisión. Puig ha justificado la decisión, tomada junto al Ministerio de Sanidad, por la situación que se vive en Madrid y la gran afluencia de personas de una región a la otra durante las fiestas. “Lo fundamental es la salud de las personas”, ha asegurado Puig.
El presidente autonómico ha subrayado la necesidad de asumir las restricciones que se han anunciado, como los partidos sin público o la suspensión de las fallas, recordando la responsabilidad de cada uno. “Cada uno sabe lo que tiene que hacer”, ha señalado.
Puig añade que “ha sido muy difícil tomar la decisión de suspensión tras las circunstancias en Madrid. Las Fallas son más de 250.000 personas que podían venir de Madrid. Lo más importante es la salud de las personas. Había que poner por delante el interés general”.
Por otro lado el president también apunta que “ahora no podemos especular sobre fechas en las que se puedan celebrar las Fallas, ya se verá”.
Reacción del sector turístico
Por lo que respecta a la patronal del turismo y la hostelería valenciana, Hosbec, se ha afirmado que el aplazamiento “ha supuesto un duro golpe para el sector del turismo y el ocio valenciano, que sin duda llevará consigo un importante efecto económico sobre la ciudad”.
Del mismo modo los empresarios manifiestan que son conscientes de que la decisión se ha tomado respondiendo al interés general y al de mantener una respuesta contundente frente el Coronavirus. Pero añaden que “el sector turístico observa con sorpresa el cambio de criterio en pocas horas y el hecho de anunciarse un aplazamiento y no una cancelación definitiva, lo que provoca aún más incertidumbre”. Por este motivo advierten que “sobre la mesa está ahora mismo qué hacer con las políticas de cancelación, la respuesta a clientes y a aseguradoras de viajes, los acuerdos con operadores o los contratos con proveedores y trabajadores”. Con todo Hosbec reclama a las autoridades “que si las Fallas se van a celebrar en otra fecha, lo anuncien lo antes posible”.
Con todo los empresarios turísticos piden “responsabilidad y decisión para tomar, en el más breve plazo posible, estos planes de medidas destinadas a paliar el importante impacto negativo que provocará esta decisión no sólo en la industria hotelera y turística sino también en la propia ciudad y en en el colectivo fallero”.