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Una gran retrospectiva en Bancaja retrata “la genialidad” de Eduardo Arroyo, “un género en sí mismo”

Europa Press

València —

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La Fundación Bancaja retrata “la genialidad” del artista Eduardo Arroyo, “un género en sí mismo”, con una gran retrospectiva de su obra. La exposición, la primera que se realiza en España tras su muerte en 2018, se podrá visitar a partir de este viernes y hasta el 23 de junio de 2024 en la sala valenciana.

La muestra viaja por la trayectoria creativa de una de las figuras clave del arte contemporáneo español a lo largo de seis décadas: desde los años 60 hasta su fallecimiento. Comisariada por Marisa Oropesa, está integrada por más de 80 obras entre pinturas, esculturas, dibujos y collages que profundizan en sus dos etapas creativas: durante su exilio a París (1958-1976) y después (1976- 2018) tras la muerte de Franco.

Oropesa ha definido al artista como “un género en sí mismo”: “Una persona libre que cuando te acercabas a él, veías que rezumaba esa inteligencia, esa genialidad que muy pocos artistas pueden codiciar”, ha señalado. Asimismo, la comisaria de la exposición ha destacado el punto “ácido, misterioso y filosófico” del pintor, quien “no perdió la libertad que poseía hasta el final de su vida”.

En este sentido, ha afirmado que Eduardo Arroyo fue un artista “muy comprometido” con las cuestiones políticas, sociales y culturales que plasmaba en sus obras porque se preocupaba “mucho” por su entorno.

Biografía de una vida pintada y escrita

Por su parte, el presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón, ha señalado que la obra de Eduardo Arroyo es “la mejor biografía pintada y escrita” en la que se deja testimonio de la evolución de su obra y en la que también se evidencian “todas las inquietudes sociales y políticas del artista”, así como de sus grandes aficiones personales.

“La exposición nos revela al Arroyo que lleva a su pintura la denuncia de la dictadura franquista y la experiencia del exilio. Pero también al Arroyo más íntimo que tanto disfrutaba de aficiones como la literatura, el cine o la música. Nos revela al artista más explícito en sus posturas políticas, pero también lo más sutil e irónico”, ha apuntado.

La muestra permite descubrir la evolución de la obra de Arroyo, “un bionomio entre arte y vida” que, con un lenguaje “irónico, sutil e íntimo”, carga “fuertemente” contra la dictadura franquista y permite también reconocer las imágenes más representativas de su iconografía, como los boxeadores, deshollinadores, toreros, calaveras, flamencas o moscas.

En concreto, la muestra da cierto protagonismo a las moscas que, a lo largo del espacio, pueden encontrarse dibujadas y pintadas en los cuadros y también materializadas en varios objetos. La importancia de este insecto reside en que, para el artista, simbolizaba “todo aquello que nos molesta o lo que se puede destruir. Una especie de revulsivo de putrefacción que hay en nosotros”, ha explicado la comisaria de la obra.

Asimismo, entre los aspectos clave de su producción artística destacan “su predilección por los grandes formatos, la vivacidad de colores, su inclinación hacia la neofiguración, la ausencia de profundidad espacial o el aplanamiento de la perspectiva” que pueden apreciarse en la amplia selección de obra procedente de la Galería Marlborough, la Colección de Arte ABANCA, Colecciones ICO Madrid, Colección P. Arroyo, Museo de Bellas Artes de Bilbao, Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, Museo de Arte Contemporáneo del País Vasco ARTIUM, Fundación Azcona y de colecciones particulares.

La exposición incluye piezas de la década de los 60 como 'Saint Bernard tonnelet' (1965) o 'Titan White Rembrandt' (1969) hasta 'El buque fantasma' (2018), la última obra en la que trabajó Arroyo antes de su muerte, que está inspirada en la composición de Richard Wagner conocida como 'El holandés errante'.

Pieza audiovisual y catálogo

La selección de la obra incluye 'Cordero místico', la interpretación personal que el artista realizó entre 2008 y 2009 del conocido políptico de los hermanos Hubert y Jan van Eyck que se conserva en Gante y en la que Arroyo aporta su imaginario “invadiéndolo de personajes como Peggy Guggenheim, Buñuel, María Callas o Ciudadano Kane, además de insertar la mosca o el boxeador, algunas de sus señas de identidad”. La pieza, que se expone por primera vez en València, muestra la maestría de Arroyo como dibujante.

También incluye la proyección de un extracto del documental 'Arroyo. Exposición individual', una pieza audiovisual producida el 2012 por La Fábrica y el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Con motivo de la exposición se ha editado un catálogo con la reproducción de las piezas que forman parte de la exposición, que se acompañan de textos de Juan Manuel Bonet y de la propia comisaria.

Dentro del programa de mediación cultural y artística, la Fundación Bancaja ofrece talleres didácticos gratuitos vinculados con la exposición y dirigidos a escolares, mayores, personas con diversidad funcional y personas en riesgo de exclusión social, así como visitas comentadas para público general y grupos de la mano de un experto especialista en arte y mediación cultural.

La Fundación Bancaja retrata “la genialidad” del artista Eduardo Arroyo, “un género en sí mismo”, con una gran retrospectiva de su obra. La exposición, la primera que se realiza en España tras su muerte en 2018, se podrá visitar a partir de este viernes y hasta el 23 de junio de 2024 en la sala valenciana.

La muestra viaja por la trayectoria creativa de una de las figuras clave del arte contemporáneo español a lo largo de seis décadas: desde los años 60 hasta su fallecimiento. Comisariada por Marisa Oropesa, está integrada por más de 80 obras entre pinturas, esculturas, dibujos y collages que profundizan en sus dos etapas creativas: durante su exilio a París (1958-1976) y después (1976- 2018) tras la muerte de Franco.