El fusilamiento del fundador de la Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, tuvo una víctima colateral. El letrado Emilio Valldecabres Malrás, socialista y asesor jurídico del Ministerio de Defensa Nacional, fue ejecutado el 17 de enero de 1940 acusado de haber avalado la sentencia de muerte del líder falangista.
El abogado valenciano, oriundo de Quart de Poblet, un municipio cercano a Valencia, era descendiente de una saga burguesa de comerciantes y terratenientes locales pero adscrito a la rama liberal y republicana de la familia, según explica a este diario la historiadora Andrea Moreno, asesora técnica de la Comisión Municipal de Memoria Histórica de la localidad.
Tanto Emilio como su hermano Onofre, que estuvo vinculado a los servicios de información republicanos, fueron socialistas y republicanos. Emilio Valldecabres presidió el Tribunal Permanente de la demarcación de Levante y fue asesor jurídico del Ministerio de Defensa Nacional y del Ejército del Centro. Su destino quedaría irremediablemente marcado al final de la guerra al del fundador de la Falange española.
Jose Antonio Primo de Rivera negó durante el proceso que lo juzgó haber participado en la preparación de la sublevación militar contra la II República. “En las circunstancias de la guerra civil española, poca duda cabe de que su participación activa en la coordinación de la contribución falangista al alzamiento justificaba que se le acusara, junto con su hermano Miguel y su cuñada Margot, de conspiración y rebelión militar”, escribe el hispanista británico Paul Preston en Las tres Españas del 36 (Debolsillo, 2011).
La madrugada del 18 de noviembre de 1936, los tres magistrados que formaban el tribunal que juzgaba a Primo de Rivera en Alicante accedieron a la petición del fiscal de pena de muerte para el líder falangista, reclusión perpetua para Miguel Primo de Rivera y seis años y un día para la esposa de éste, Margarita Larios. “Antes de que el Consejo de Ministros pudiera pedir un indulto o la conmutación de la pena, el Comité de Orden Público local ordenó que se aplicara la sentencia el día 20 de noviembre por la mañana”, explica Preston. A las seis y media de la madrugada, José Antonio Primo de Rivera fue fusilado.
El sumario del fusilamiento del abogado valenciano, localizado por la Comisión Municipal de Memoria Histórica de Quart de Poblet en el Archivo General e Histórico de Defensa de Madrid, vincula a Valldecabres con el “informe como asesor jurídico pidiendo la pena de muerte de José Antonio Primo de Rivera”. Sus descendientes, sin embargo, siempre han asegurado que el abogado fue obligado a firmar, incluso después del fusilamiento del líder falangista, ya que no estaba de acuerdo con la sentencia de pena de muerte. “Lo despertaron a las cuatro de la madrugada en la residencia de Valencia que le había asignado el Gobierno para firmar la sentencia”, cuenta su sobrina Annik Valldecabres. “Creo que él no veía razón de fusilar a José Antonio”, añade.
El historiador Pedro Gascón fue el encargado por la Comisión Municipal de Memoria Histórica de Quart de Poblet de localizar el sumario del ilustre vecino. Trece personas vinculadas a Quart de Poblet, ora por nacimiento ora por vecindario, fueron fusiladas durante la represión franquista de posguerra, como contó el diario Levante-EMV en 2008. El sumario de Emilio Valldecabres es “relativamente extenso, se le acusaba de haber formado parte de la organización jurídica que condenó a José Antonio”, explica Gascón.
Valldecabres era miembro del consejo jurídico asesor del Ministerio y, “como tal, le correspondía, al haberse declarado el estado de guerra, validar o asesorar ese juicio”, apostilla el historiador. “En el sumario únicamente aparece que dio su consentimiento y en varias declaraciones dice que efectivamente así lo hizo porque le correspondía en su función”, añade Gascón.
A finales de marzo de 1939, las tropas franquistas ocuparon Valencia. Emilio Valldecabres, junto con su hermano Onofre, intentó embarcarse en el Stanbrook que aguardaba en el puerto de Alicante pero no pudo llegar a tiempo. Fue detenido en Alicante el 2 de abril, según las averiguaciones de la historiadora Andrea Moreno, y trasladado al campo de concentración de los Almendros y a diversos lugares de detención hasta acabar en el campo de Albatera. Desde allí fue trasladado a Madrid, y ejecutado el 17 de enero de 1940. “Dado que se condenó a muerte a tantas decenas de miles de personas, tampoco era extraño que sin que fuese firmante o partícipe en el proceso de José Antonio se le hubiera condenado a muerte”, matiza Gascón.
Su hermano Onofre pudo partir al exilio y su hija Annik Onofra nació en Argelia en 1945. Los supervivientes de la rama republicana de los Valldecabres se instalaron finalmente en Francia donde años más tarde llegarían también la madre y la hija de Emilio Valldecabres. “Cuando se hizo el Valle de los Caídos el que entonces era embajador en Francia llamó a casa de mis padres para que autorizasen a enterrar a mi tío allí”, cuenta por teléfono Annik Valldecabres. La familia se negó.