La Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) ha valorado positivamente la aprobación del Consell de PP y Vox de la supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. “La medida va en la dirección correcta en tanto que aligera la carga tributaria de los ciudadanos, que podrán dedicar parte de estos recursos a la inversión y al emprendimiento”, ha asegurado el presidente de CEV, Salvador Navarro.
Pero los empresarios piden que se vaya más allá, y que el siguiente paso “dentro del ámbito empresarial” bonifique también las transmisiones a miembros de tercer grado dentro (sobrinos o tíos) de la empresa familiar, así como a las realizadas a favor de personas ajenas a la familia, “pero largamente vinculadas a la empresa”.
En ese sentido, la CEV propone que este beneficio fiscal “se extienda también a aquellos empleados clave que hayan tenido una relación con la empresa de al menos 10 años antes del fallecimiento del causante o a la donación, y que contraigan el compromiso de mantener las participaciones recibidas en los 5 años siguientes”. Con esta medida afirman que “se pretende garantizar la continuidad del negocio y de la actividad económica”.