Coloquialmente se conoce al Senado como un “cementerio de elefantes”. Una suerte de retiro espiritual al que los partidos envían a sus dirigentes hasta que llegue la hora de la jubilación. Hasta que el PP ha utilizado la Cámara para obstaculizar sistemáticamente las iniciativas del Gobierno socialista de Pedro Sánchez, la tónica de la sobremesa era que la Cámara tenía de poca utilizad a los ciudadanos.
Durante esta legislatura, la XII, algunos senadores se han esforzado en lavar esa imagen de la Cámara Alta mientras que otros no han tenido demasiado problema en mantener los tópicos. Resultan llamativos los dos extremos, precisamente por su oposición y contraste: de un lado, quienes no han dejado constancia de ningún trabajo; de otro, quienes acumulan las iniciativas y las cuentan por miles.
En el primer caso se encuentran algunos senadores del PP como Alberto Fabra y Pedro Agramunt y el único representante socialistas en el Senado, Joan Lerma. El expresidente popular de la Generalitat Valenciana pasó a la Cámara Alta al perder la presidencia, como senador por designación territorial. Desde 2015, solo consta una pregunta oral en el pleno, presentada en diciembre de 2016: “Pregunta sobre los planes que tiene el Gobierno para aumentar el tamaño de nuestro tejido empresarial”, señala el texto. Constan además 7 participaciones en mociones, una pregunta de control al Gobierno y tres intervenciones referidas a la composición de la Cámara; es decir, jurar y prometer el cargo y los asuntos básicos.
Sin embargo, aun es más llamativo el caso de Pedro Agramunt, senador electo por Valencia, expresidente del Consejo de Europa, cargo que tuvo que abandonar por una investigación que le acusaba de haberse dejado sobornar para favorecer al Gobierno de Azerbaiyan. Según los datos que recoge la web de la Cámara Alta, Agramunt ha intervenido en tres mociones, ambas durante la primavera de este año, cuando fue expulsado del organismo europeo. Su actividad parlamentaria se completa con la recogida de la credencial acreditativa de su condición de Senador electo por la circunscripción de Valencia.
Por parte de los socialistas valencianos, su único representante, el expresidente Joan Lerma tampoco ha tenido una actividad frenética. El socialista ha presentado 100 iniciativas, orales y escritas, que ascienden a 126 contando todas las intervenciones registradas. Es también vicepresidente segundo de la Cámara Alta y de la diputación permanente. Lerma también accedió al Senado por designación territorial. Los socialistas no obtuvieron ningún representante en esta Cámara como resultado de las elecciones generales.
En el espectro contrario se encuentran dos senadores de Compromís. El polémico Carles Mulet, al que anualmente se reconoce su trabajo, es el representante valenciano -y en general, de la Cámara- que más iniciativas ha presentado esta legislatura. Según los datos del Senado, Mulet ha presentado casi 20.500 preguntas orales y escritas al Gobierno, entre las que destacan las relacionadas con memoria histórica y simbología franquista, protección del sector citrícola valenciano e infraestructuras. No obstante, mediáticamente ha sido más relevante por preguntar al Gobierno de Mariano Rajoy si estaba preparado para un “apocalipsis zombi”, como forma de llamar la atención dada la falta de respuestas del Ejecutivo. Teniendo en cuenta todas las iniciativas presentadas (preguntas, intervenciones en iniciativas legislativas, intervenciones en sesiones de control, etc), los datos del Senado contabilizan 20.700 intervenciones e iniciativas desde que fue designado por las Corts Valencianas en julio de 2015.
A Mulet le sigue su compañero Jordi Navarrete, también de Compromís y de Castellón, que accedió a la Cámara tras las últimas elecciones generales, celebradas en junio de 2016. El valencianista ha presentado más de 4.000 iniciativas, en la misma línea que Mulet, ya que pertenecen al mismo grupo parlamentario. En un comunicado de la coalición, el senador se vanagloria de haber conseguido aprobar mociones instando al Gobierno a actuar en acantilados y calas del Maestrat, canalizar barrancos, mejorar el servicio de DNI, el reconocimiento legal del carácter consuetudinario de los tribunales de riego y de haber denunciado el mal servicio e infraestructuras ferroviarias del Estado. Tras Navarrete, la senadora valenciana que más iniciativas ha presentado es la popular Susana Camareno, con 665 preguntas orales y escritas y un total de 687 intervenciones.
Por parte de Podemos, entre sus tres representantes, quien más ha participado es Ferran Martínez, senador electo por Valencia. Su actividad registra 316 intervenciones, aunque sus compañeras Pilar Lima y Vicenta Jiménez duplican sus intervenciones orales y escritas, mientras que Martínez agrupa más trabajo en las intervenciones de control al Gobierno y comisiones parlamentarias.
De Ciudadanos, su único Senador, Lluis Crisol, elegido por designación de las Corts Valencianes -la formación, como el PSOE, no obtuvo representantes en la Comunitat Valenciana en las elecciones generales-, ha registrado 302 iniciativas, de las que 140 son preguntas orales y escritas y otras tantas en sesiones de control.