La Generalitat subasta Ciudad de la Luz asumiendo 400 millones de pérdidas
La Generalitat sacará a subasta en breve Ciudad de la Luz, el faraónico complejo cinematográfico de Alicante que empezó a operar en 2005. El precio de salida es de 94 millones euros, aunque los estudios costaron 300 millones y la deuda es superior a los 200 aunque la cifra concreta se desconoce: el gobierno valenciano nunca ha informado con detalle de las cuentas de la entidad, una sociedad jurídicamente privada aunque de propiedad pública.
Ciudad de la Luz fue impulsada por la Generalitat bajo la presidencia de Eduardo Zaplana (PP). Inaugurada en 2005, ya en el mandato de Francisco Camps, ha acogido 65 rodajes, algunos de superproducciones como Lo Imposible, la aclamada película de Juan Antonio Bayona, o Asterix en los Juegos Olímpicos, que fue subvencionada con casi 5 millones de euros por parte de la Generalitat.
Ahora, lleva años sin actividad. La acumulación de problemas jurídicos –entre la empresa que gestionaba el complejo y la Generalitat-, las continuas pérdidas (24 millones sólo en 2009) y la denuncia de la Unión Europea, que quiere se devuelvan las ayudas públicas “ilegales” de 265 millones que recibió el proyecto, llevaron Ciudad de la Luz al colapso. El último rodaje -15 años y un día, de Gracia Querejeta- se remonta a mayo de 2012.
Harto de poner dinero en la instalación, que pretendía convertir Alicante en el Hollywood europeo, la Generalitat decidió deshacerse del complejo en febrero. Ahora, el consejo de administración de la empresa ha ratificado la venta. Varios platós y edificios de producción, talleres, almacenes, dos edificios para rodajes exterioresy el foso de rodaje donde parcialmente se facturó Lo Imposible saldrán, por lotes, a subasta. Su precio -94 millones- es el valor contable de los inmuebles.
La marca del complejo, su experiencia o cartera de clientes se valora en cero euros. 9 años después de su puesta en marcha, un negocio con 22.000 metros cuadrados de platós y 12 hectáreas de zona de rodaje en exteriores, calificado como el mejor estudio del mundo por directores como Ridley Scott, ha resultado un fiasco. Está por ver si otro cineasta ilustre, Francis Ford Coppola, u otros eventuales aspirantes a la compra, son capaces de reflotarlo.
