El manual para la lucha contra la violencia machista promovido por el Ejecutivo valenciano incluye una serie de cláusulas que comprometen a la Administración y a los medios de comunicación. Aunque sin fecha marcada para su aplicación, las entidades suscritas han centrado buena parte de la atención en erradicar la publicidad sexista y los contenidos que contribuyan a la cosificación de la mujer.
Al margen de las declaraciones de intenciones (contribuir a la igualdad, fomentar la no discriminación por razones de sexo...), en el pacto destacan unas líneas rojas para con los medios de comunicación. En concreto, la medida 17 del eje número 4: “Las administraciones públicas valencianas no contratarán y /o subvencionarán medios de comunicación que utilizan la cosificación de las mujeres y la prostitución”.
Una línea en la que insiste el Consell, ya que desde Presidencia también se comprometen a crear cláusulas sociales para desestimar la contratación de la Administración con empresas y medios de comunicación que contenga publicidad “de carácter sexista, machista y que fomente la prostitución”. Asimismo, se prevé la creación de una guía de comunicación no sexista y la actualización del manual 'Notícies de llaç blanc', editado por la Unió de Periodistes Valencians en 2002 a modo de libro de estilo y con información legal, que aún conserva la denominación “violencia doméstica”.
Además, el acuerdo insta a la sociedad a realizar denuncias colectivas a través de asociaciones de consumidores y entidades feministas ante los anuncios publicitarios sexistas y de prostitución. La publicidad sexista es un buen negocio para los diarios y, pese a la opacidad de los datos, se estima que un diario de tirada nacional puede alcanzar los 5 millones de euros al año por promocionar cuerpos de mujeres como objeto sexual.