Hasta 32 alertas de incidencias en carreteras por inundaciones y por desprendimientos -17 de ellas cortadas- realizó el Cegesem (Centro de Gestión de los Servicios de Soporte a la Movilidad) de la Generalitat Valenciana antes de las 13 horas el día de la DANA, el fatídico 29 de octubre. Unos avisos que dio a la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio y que no sirvió para activar ninguna alerta específica de emergencias para advertir sobre el riesgo en la movilidad, según la información recabada por elDiario.es y adelantada por El Confidencial.
Lo ha confirmado el propio conseller Vicente Martínez Mus, quien ha explicado en À Punt que el Cegesem tiene “sus alertas pautadas” y eran “las que correspondían a las alertas de Aemet”. Martínez Mus ha defendido que no se tomaran medidas más restrictivas afirmando que “la decisión que corresponde en ese sentido es poner en prevención algunas carreteras, cortar otras, básicamente los caminos locales y provinciales que se puedan ver afectados”, asegura que es “un protocolo pautado” y que “esas alertas a esas horas eran coherentes y correspondientes a las que también se hacían desde Emergencias”.
Estos avisos de carreteras cortadas también se hicieron públicos a través del 112, unas incidencias que por la mañana se centraban especialmente en la comarca de la Ribera Alta, pero que también iban llegando a la de la Hoya de Buñol y a la de Requena y Utiel, estas últimas las cabeceras del barranco del Poyo. En estas se concentraron la mayoría de las precipitaciones y muchas de las muertes de las 220 contabilizadas hasta este miércoles.
Fundamentalmente, se trataba de carreteras secundarias de titularidad de la Diputación de València, y también de la Conselleria de Infraestructuras, pero una significativa era de titularidad estatal, la autovía A-7 estuvo cortada desde las 9 horas de la mañana a la altura de l'Alcúdia, en sentido Alicante.
Hasta esa hora el president Carlos Mazón y su gobierno mantuvieron su agenda del día, mientras que muchos ayuntamientos suspendían las clases, e instituciones como las universidades públicas o la Diputació de València pedían a sus estudiantes y trabajadores que no acudiesen a los centros de trabajo.
Ya por la tarde, a las 15:58 horas, cuando Mazón estaba en plena comida, el aviso (que databa de las 15:15 horas del Cegesem) señalaba el número de carreteras con incidencias aumentaba a 37, de las cuales 23 estaban cortadas, de estas dos eran la autovía A-7 y la A-3, y el resto de titularidad provincial y autonómica en las mismas comarcas.
En aquellos momentos, pasadas las tres de la tarde, la consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, convocaba el Cecopi, el órgano de coordinación interdepartamental de gestión de las emergencias, aunque la reunión no comenzó hasta las 17 horas. El propio conseller de Infraestructuras mantuvo su agenda institucional y acudía a un acto de la CEV con unos premios empresariales.
Este jueves la portavoz y vicepresidenta del Consell, Susana Camarero, afirmaba que Carlos Mazón no suspendió su comida “porque no tenía información ni de Aemet ni de la CHJ (Confederación Hidrográfica del Júcar) de que tuviera que estar en otro sitio”.
El mensaje de ES-Alert que recomendaba no desplazarse por carretera no llegó hasta las 20:12h. El siguiente comunicado del 112 de incidencias en carretera no se produjo hasta las 22:30 horas, entonces ya eran 68 las carreteras con problemas, de las cuales 45 estaban cortadas.