El Gobierno valenciano recupera el distrito único escolar para regular la admisión del alumnado en los centros docentes públicos y concertados el próximo curso. El modelo, cuestionado por sus efectos segregadores, ha pasado este martes por el Pleno del Consell a través de un decreto de la Conselleria de Educación y es uno de los puntos del programa electoral del PP valenciano.
El conseller de Educación, José Antonio Rovira, insiste en calificarlo como una acción de “libertad educativa” y asegurar que los padres “podrán elegir” el centro que se adecue a sus intereses. La oposición, que rechaza de plano este modelo, asegura que son los centros quienes eligen a los alumnos. Hasta la fecha, para la enseñanza pública y concertada, solo se podía optar a las escuelas de la zona de residencia, lo que para el Ejecutivo de PP y Vox implicaba una “limitación” a los derechos de las familias. “El gobierno anterior impedía que las familias ni siquiera pudieran solicitar la matrícula en un centro de su ciudad, mientras que nosotros sí creemos en la libertad de elección de las familias”, ha recalcado Rovira.
El decreto, que se publicará esta semana en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana, prioriza tener hermanos en el centro educativo, la proximidad del domicilio y la renta familiar, con mayor puntuación para rentas bajas y beneficiarios de prestaciones sociales, y también sube la puntuación para familias numerosas, según ha detallado el conseller en rueda de prensa. El texto incorpora novedades, como premiar con dos puntos al alumnado que realice enseñanzas regladas de música o de danza y al que acredite su condición de deportista de élite.
Además, el artículo 21 establece las preferencias en el acceso a los centros, que se efectuará por: alumnado procedente del mismo centro escolar; el alumnado procedente de los centros adscritos, siempre que confirme plaza; quienes se encuentren en situación de acogida familiar o en guarda con fines de adopción (este alumnado tendrá preferencia para acceder, a elección de la familia, al centro donde estén escolarizados los hijos o hijas de las familias acogedoras u otros menores a cargo suyo); alumnado en acogida residencial; y estudiantes que han de cambiar de residencia por causa de violencia de género, terrorismo, desahucio familiar o por otras situaciones graves de exclusión social acreditadas, ha detallado Rovira. Preguntado por el papel de los centros en la admisión, ha criticado que sea una cuestión central, dado que supone un punto que se arroga la escuela. “Es simbólico”, ha dicho.
Los partidos de la oposición, PSPV y Compromís, han denunciado que el distrito único escolar permitirá que “los colegios de la concertada puedan elegir a las familias que más les interesen” y generará “una competencia brutal entre centros” y “un elitismo en la educación pública absolutamente inaceptable”. “Como siempre, las familias con rentas más bajas van a estar segregadas y con menos posibilidades de progreso”, ha denunciado José Muñoz, mientras que Gerard Fullana ha añadido: “Se quiere hacer un ranking de escuelas para favorecer a la concertada y provocará una suerte de guetos en determinados barrios”. Compromís estudia recurrir el decreto, a falta de conocer los detalles.