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La gestión del PP empobrece a los valencianos

Eduardo Zaplana hablaba del “poder valenciano”. Francisco Camps presumía de liderazgo y de presidir el motor de España. Alberto Fabra se atreve ahora a pronosticar que los valencianos encabezaran la salida de la crisis. La realidad es bien diferente: la Comunitat Valenciana es ahora más pobre, en comparación con la media española, que en 1995, cuando el PP derrotó en las elecciones al PSPV-PSOE de Joan Lerma.

Ese año, los valencianos disfrutaban del 95% de la renta media de España. En 2008, con el inicio de la crisis esa cifra había empeorado, bajando al 92%. Cinco años después, tras una recesión especialmente dura en la Comunitat Valenciana, la riqueza de los valencianos sigue desplomándose: en 2103 apenas llega al 87,5 de la media de España, según las cifras del gobierno.

La gestión del PP, al menos en materia económica, ha sido un fracaso en toda regla. Una pésima financiación autonómica, la corrupción y el despilfarro han llevado a la Generalitat a la quiebra. El descontrol en las cuentas públicas, pese a que el conseller de Hacienda saque pecho, es total: la Comunitat Valenciana lídera con Murcia el ránking del déficit autonómico pese a los durísimos recortes.

Y algunos analistas apuntan a que las cifras de 2013 están maquilladas al presentar enormes y sorprendentes recortes del gasto corriente en el último trimestre del año. Mientras, la pobreza azota a la Comunitat Valenciana, pero la falta de influencia del PP valenciano en Madrid no augura una mayor inyección de fondos del gobierno central, la única solución a corto plazo para sacar a la administración autonómica del marasmo.