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La dirección general de Función Pública, dependiente de la Conselleria de Hacienda del Gobierno valenciano, demostró el 28 de octubre que la DANA que se venía anunciando por parte de AEMET y los medios de comunicación días antes podía complicarse mucho. Ante el riesgo para la personas que se intuía desde este departamento, el director general Javier Lorente Gual decidió suspender el lunes a las 12:10 un acto de entrega de acreditaciones de funcionario que se celebraba el día 29 a las 12 horas. “Ante la previsión de la AEMET de alerta por fuertes lluvias, visto que para el martes día 29 de octubre de 2024 se prevé el día álgido de este episodio en la Comunitat Valenciana, y dado que para el acto de elección de destino de la convocatoria 1/21, tienen que desplazarse las personas interesadas desde distintos puntos de la Comunitat Valenciana, a la ciudad de Valencia, se aplaza el acto de elección de destino de dicha convocatoria”, reza la circular que se envió a todos los afectados. El acto se pospuso para el día 31 de octubre y, posteriormente, fue suspendido.
Esta comunicación evidencia que la Conselleria de Hacienda manejaba información sobre el impacto que podría tener la DANA el martes y optó por salvaguardar la seguridad de los futuros funcionarios que tenían que desplazarse desde distintos puntos de la Comunitat Valenciana a lo que iba a ser la zona cero de la catástrofe. La misma reacción tuvo la Diputación de Valencia, como contó elDiario.es. Esa institución, ante los acontecimientos que ya se estaban produciendo en las comarcas de la rivera del Júcar y la parte alta del Túria y el barranco del Poyo, decidió mandar a todos sus empleados que no fueran de emergencias a casa. A las 14 horas se cerraron los centros de trabajo de la Corporación provincial.
Como ha venido contando este periódico, los acontecimientos desbordaron las previsiones del presidente de la Generalitat y del equipo de Emergencias del Consell. Pese a que la Conselleria de Hacienda suspendía actos, la Diputación de Valencia mandaba a sus empleados a casa o muchos ayuntamientos suspendían las clases, Carlos Mazón continuó realizando actos públicos. El Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi) no se reunió hastas las 17 horas del martes 29 y Mazón aún llegó tade. Cuando El mensaje a toda la población para restriingir la movilidad llegó a las 20:12 horas. Miles de personas estaban ya atrapadas desde Chiva a Riba-roja, pasando por Sedaví, Alfafar o Riola.
El mismo martes ya, la misma dirección de Función Pública eximió a sus empleados de ir a trabajar los días 30 y 31. “La situación excepcional provocada por el temporal en la Comunitat Valenciana y los riesgos que han conllevado los desplazamientos al lugar de trabajo, motivó que por esta Dirección General se dictaran las circulares 8 y 9 por las que se informó sobre la exención de asistencia al trabajo los días 30 y 31 de octubre del personal empleado público afectado cuyo desplazamiento resultara comprometido por el temporal, así como a aquel que como consecuencia de la situación, se viera afectado por el cierre de centros educativos, centros de atención socio-sanitaria, de carácter asistencial o similares a fin de garantizar la conciliación de la vida personal, laboral y familiar”, explicaba la circular mandada el día 29 a las 22:33 horas.
Este periódico se puso en contacto con la Conselleria de Hacienda para saber si el motivo de la cancelación del acto del día 29 de octubre se deriva de la existencia de un protocolo y no obtuvo respuesta.